En el debate que ha florecido en la anterior entrada hemos visto que el pulso de eso que se denomina masa social es bastante tenso, en contraste y conexión directa con el que alberga un club en silencio permanente. Mientras, el goteo de jugadores y la sensación ya no de improvisación sino de dejadez, parecen querer hablar el lenguaje del desmantelamiento. Como este espacio no es el altavoz de nada institucional, ni siquiera asociativo, es más inteligente si uno busca información privilegiada leer entre líneas los comentarios que se vierten. A modo de ejemplo, uno de los comentaristas ya situaba a 26 de Junio la salida, poco amistosa, de Humet para Rumania. La chispa se hacía adulta hace escasos 5 días y venía a asentar la sensación de no tener asideros de ningún tipo para los seguidores.
Sin embargo, aparte de las voces
bien situadas, el debate se ha movido sobre lo que de nuevo esa masa social que
respalda al Caja 3 esta dispuesta a
dar y a recibir. Entradas gratis, invitaciones, abonos, jugadores de fuera,
canteranos e historiales particulares para ejecutar pedigríes en busca de un
sitio más o menos fijo que nos haga renunciar a tanta incertidumbre. Desde
luego, sería iluso buscar a toda esta situación un par de causas monocromáticas
cuya solución sería igualmente simple. Por ello, a modo de síntesis, debemos
constatar que el proyecto de balonmano de élite que hemos tenido en Zaragoza no ha dejado de crecer
alrededor de un momento de algarabía económica, y está rozando el suelo justo
precisamente cuando la fiesta ha degenerado en resaca. Será, en mi opinión,
precisamente ahora cuando hayamos de comprobar si la tan cacareada gestión
ejemplar verdaderamente ha dejado un poso que permita continuar adelante. Ni la
política del silencio ni la creencia en que el precio de los abonos supone
algún tipo de capacidad decisoria en un club privado ayudan demasiado.
Respecto a los juveniles, es
indudable que la cantera va a obtener protagonismo por las circunstancias y son
nuestro de cheque de presente más que de futuro, pero no olvidemos que las
quijotadas no convienen a nadie y el proyecto deportivo debe tener unas
garantías que, al menos en mi opinión, sigo confiando en que las disfrutará,
como parece indicar el posible refuerzo de Asier
Antonio. Lidiando con las circunstancias, no queramos pasar del blanco al
negro tan rápido y apostemos por una maduración a fuego lento de los Del Valle, Penón, Munuera y compañía,
la cual será beneficiosa para ellos, para el equipo y para todos. A fin de
cuentas, la marca de balonmano Caja 3
es un producto que tú adquieres, o no, según el precio convenido en un abono de
temporada y, por supuesto, si así lo deseas. Puede que muchas de las lecturas a
hacer vayan por ese camino, qué tipo de club tenemos y qué podemos pedir o
construir a partir de él, cuando las vacas flacas obligan a la reflexión.
Sin que sirva como espejo, vemos
que la situación de muchos equipos es igualmente preocupante. Poco podemos
extraer de derrapes ajenos a estas alturas, pero el año que viene vamos a tener
una liga de extrema igualdad dentro de las apreturas, tal vez como nunca haya
sucedido. Espero y deseo que el Caja 3,
con ese nombre o con otro, salga a disputarla. Así mismo, creo que ese ente al
que me refiero como masa social, diezmada o no por una gestión respecto a ella
manifiestamente mejorable, acuda para, para gritar o no, para hacer del Felipe
una nevera o un radiador, para lo que quiera dentro del respeto. Para ver buen
balonmano, en definitiva, y animar un equipo sobre el cual nos deberíamos
preguntar hasta qué punto sentimos o creemos nuestro en sus diferentes niveles,
no sólo los deportivos.
Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.