Tu tienda de Balonmano

domingo, 29 de septiembre de 2013

Confianza de dos puntos

Foto : Balonmano Aragón

A la tercera jornada llegó la hora de encender el casillero. Dos puntos después de derrotar al Bidasoa de Irún (30-28)  son lo único realmente constatable de un partido que deja más interrogantes que respuestas. Se antojaba muy necesario empezar a sumar para evitar borrascas y eso es el mensaje con el que debemos quedarnos. Junto con ello, ocho goles de Demetrio Lozano, un canto a algo más que la longevidad deportiva. Con casi cuarenta tacos, Deme es el jefe en una liga devaluada y en un equipo en similar tesitura. Seguimos buscándole relevo y erramos al plantearnos la pregunta. Este deportista, con mayúsculas, estará al pie del cañón hasta que le de la gana. Así de fácil.

En contraste, Bidasoa, posiblemente el equipo más limitado de esta liga, tiene a un chaval de diecinueve años que tiene la virtud de hace fácil el balonmano. Botar, pasar y tirar con la facilidad y el descaro de la gente buena es lo que hace a Azkue diferente. Ayer nos dejo diez recuerdos en Zaragoza y a él se debe agarrar un aguerrido Bidasoa para pensar en la permanencia. No obstante, el “mago de Orio”, Vidal, Mujika y un 6:0 duro no deberían haber sido, a priori, argumentos suficientes para poner en tantos aprietos al Aragón. No fue esa la historia y a quince minutos del final el Bidasoa tuvo un par de ataques para ponerse tres arriba (18-20). No los aprovechó, la de nuevo escasa grada apretó y un par de buenas defensas (algo excepcional ayer) metieron al Aragón en la recta final a la misma altura que los vascos pero con la inercia a favor. Así, en el minuto 55, el partido estaba definido (26-23).

Tal vez fueran los nervios por querer un triunfo que respaldara el crecimiento del equipo pero ayer, en medio de idas y venidas, no se pudo extraer nada sólido que permita hacernos una idea real de qué tenemos entre mano. El tiempo y los acontecimientos en forma de partidos (ojo, nos tocan dos desplazamientos seguidos: Cangas y Logroño) irán dibujando al Balonmano Aragón. Ayer falto poso y jerarquía a la hora de llevar el partido, plasmar la supuesta superioridad del Aragón en algo que las palabras. Mucha culpa de ella tiene una defensa a la que le falta muchas veces movilidad y algo más de contundencia. La identidad de este Aragón necesita crearse desde atrás, aprovechando a ese gran portero que es Jorge Gómez. Ya Asier-Val, ya cualquiera de estos dos con Miguel Sánchez, se debe exigir un plus al 6:0 aragonés porque ayer la primera línea irundarra campó demasiado a sus anchas, combinado solventemente y encontrando, sobre todo en la segunda parte, mucho espacio para armar el brazo.

Fue elocuente muestra de la ausencia de poderío el ver como Zubiria, después de no olerlas en la primera parte, sacaba tres pelotas seguidas y eso era suficiente para colocar a los suyos en franquicia (min.36; 15-17). Si nuestra defensa era permisiva, el ataque era una incertidumbre con Ángel Pérez desaparecido. Encontrar a Val y a los extremos, al borde del pasivo si hace falta, parece imprescindible y si con el casetero parece que va afinándose la conexión, según lo visto en Pamplona y ayer, con los extremos aún queda camino. Basmalis apuntó cosas inteligente en este sentido, con movimientos que facilitaban líneas de pase a la segunda línea, algo necesario cuando se carece de un brazo potente. Puede que el dibujo final de la primera línea, con Deme de central, Rial a brazo cambiado y un valiente Miguel Sánchez en el diestro, sea un hecho a valorar para siguientes concursos. Mientras, dos puntos que suma el Aragón y suman a mismo Aragón. Sujeto y objeto de un equipo en mutación. Próximo experimento: Cangas del Morrazo.





Fdo.: Álvaro Lombardo Sáez


martes, 24 de septiembre de 2013

Sin prisas, estamos de transición

Foto : Marta Contin Zapatero

Los principales medios de comunicación que cubren la trayectoria del Balonmano Aragón han coincido en la anécdota cuando han sintetizado el último partido de liga: la A-68 está maldita. Efectivamente, Pamplona nos sienta como a un santo tres pistolas. Sin embargo, convendría distinguir lo que suponía visitar al ya mítico Portland San Antonio y lo que supone, desde hace tres años, visitar a Anaitasuna. Es una buena actividad para ser conscientes de dónde venimos y mejor no preguntarse a dónde vamos. La primera visita al barrio de San Juan se saldó con una derrota que prácticamente supuso una tragedia, una especie de aldabonazo inesperado para avisar de la fragilidad de nuestra jerarquía. El año pasado se perdió de uno con un final patrocinado por la tendencia casera de los árbitros. La espectacular segunda vuelta hizo obviar esta derrota que, no obstante, cerró una primera vuelta más bien limitada. Este año, segunda jornada del campeonato, nos hemos traído siete tabas de regalo, lo cual no deja lugar a la duda.

Sin embargo, la síntesis de estos datos es cristalina: hemos convertido en apenas tres años lo trágico en algo normal. Y eso, al tratarse de una cuestión de aceptación implícita, es altamente peligroso. Que nadie interprete esto como un menosprecio a Anaitasuna, el cual es un señor equipo a todos los niveles, no sólo deportivo. Los navarros, exceptuando la portería, mantienen la columna vertebral del año pasado y son un equipo cuya cancha está muy cara, sobre todo para un equipo en construcción como el Aragón. Todo esto lo sabíamos antes de ir, de manera que volver de vacío no era descabellado. El problema es más sutil y más larvado. Es una cuestión de identidad. Es una cuestión de estar transformándonos, pero no saber en qué. No es una cuestión de añoranza de viejos tiempos, es una cuestión de dudas. Dudas, por cierto, estructurales.

Comentaba por aquí Nachobal algo muy acertado. En concreto, el problema que podía suponer, para un equipo muy nuevo, meterse en los barros de la parte baja en este inicio de competición. Llevamos cero de cuatro y no es momento de empezar a alarmarse. El equipo tiene mimbres y su preparación ha sido mucho más constreñida que la de una pretemporada normal, de ahí lo cuesta arriba que se hacen los últimos ratos del partido. No le recemos a San Asier Antonio porque vuelva y nos solucione la papeleta. Empecemos  metiéndole mano a rival asequible como el Bidasoa de Irún y evitemos males mayores. Pero, sobre todo, seamos sinceros con nosotros mismos. Por no irnos muy lejos, miremos cuantos socios han hecho nuestros vecinos de Huesca. Miremos dónde están los patrocinadores anunciados. Miremos la trayectoria institucional, la percepción del equipo en la ciudad y en la Asobal, más allá de lo deportivo. Miremos y que cada uno defina transición como le de la gana, sin prisas pero sin paños calientes. Porque el problema no es el Anaitasuna.



Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Píldoras para un inicio de temporada

Fotos : Balonmano Aragón

Ni resultados ni sensaciones. Las pretemporadas conllevan un trabajo invisible, absolutamente necesario para un devenir correcto del año pero pasto del olvido en el momento que el pistoletazo de salida cambia las concepciones y los objetivos. No ha sido afortunado este inicio para el Balonmano Aragón, que tropezó como local frente al Balonmano Granollers (24-27). Sin embargo, antes de empezar a precipitarse, cabe hacer compendio de esos mismos partidos de pretemporada y del de este sábado para ponderar dónde estamos, qué tenemos y hacia dónde podemos ir.

1.         Típico primer partido de liga: Prisas, desajustes, piernas que pesan… no es extraño que el comienzo de la competición tenga normalmente mucho más de probatina que de dinámica ya consolidada. Tanto Aragón como Granollers hicieron un partido mucho más guiado por los errores que por los aciertos. Precisamente, mucha culpa de los puntos vallesanos residió en su capacidad de aprovechar mejor los errores locales. Los árbitros también se ajustaron a esta idea, aunque estos están en pretemporada toda la temporada. Compensatorios y chulescos la pareja pero no influyeron en el resultado final.

2.         Granollers, mejor equipo: No nos engañamos. El Granollers, al menos a estas alturas, es mejor equipo que el Aragón. Tal vez con el paso de la jornadas esta aseveración no sea correcta pero lo que se plasmó a lo largo de los sesenta minutos fue un poso más por parte de Granollers. Desde luego, no era la mejor piedra de toque para comenzar el curso ya que el Aragón está en construcción y los catalanes tienen ya el bloque constituido. Y no es precisamente un equipo secundario, con una primera línea poderosa, con recursos, y un 6:0 contundente.

3.         El ambiente: Las convulsiones de este equipo durante los últimos meses no ayudan al respaldo de una masa social. La entrada del sábado pasado estuvo en la tónica descendente que acompaña al club pero, como dice la canción, podría haber sido peor. Es de justicia reconocer que parece que, desde el propio club, se están poniendo en marcha iniciativas encaminadas a un concepto de balonmano-espectáculo completamente necesario para hacer atractivo el producto. Sin embargo, mientras no arraigue una masa de socios más visible, las cosas seguirán siendo muy provisionales.


4.         Jorge Gómez: El mejor refuerzo de la temporada. Es un portero de selección y, sin quitar mérito al partido de Matias Schulz, sus paradas tuvieron una dosis de complicación mayor que las del argentino. Para muestra, los tres penaltys que sacó. El sábado vimos más paradas que toda la temporada anterior junta. Deberíamos empezar a pensar que estilo de juego de los ex naranja y ahora verde corporativo debe nacer del zaragozano, algo diametralmente opuesto a los tanteadores altos del año pasado liderados por Dujshebaev, Vigo y Javi García.

5.         Dar y correr: Si hablábamos del necesario papel protagonista de Jorge Gómez, a ello viene intrínsecamente unido la capacidad de un sistema defensivo que ampare y refuerce el papel del portero. En pocas palabras, este Aragón debe hacerse desde atrás, porque es la opción que cuenta con más mimbres. Este sábado, sin Asier Antonio, se defendió aceptablemente, sin perderle la cara al partido pese a ir siempre un gol o dos por debajo. Más allá de quiénes sean los protagonistas de la defensa, esta como concepto y unos extremos que galopen nos pueden dar mucho más que un estático algo cojo.

6.         Sobredosis de diestros…: Bendita sobredosis, claro está. Demetrio Lozano sigue siendo un jugador franquicia, sea cual sea su edad. Su facilidad para atacar y defender eficazmente sólo fue oscurecida por cierta precipitación en el último tramo del partido. En ese mismo sentido, Rial y Miguel Sánchez demostraron que son jugadores completos y cuyo brazo debe sostener una primera línea alicaída. No tuvieron el mejor de los puntos de mira el sábado, sobre todo cuando la defensa de Granollers subió de intensidad, pero tanto desde nueve metros como penetrando o asistiendo pueden y deben ser la referencia.


7.         … y carencia de zurdos: Sería una tontería engañar a nadie. Se sabía perfectamente que ésta era la posición más floja de equipo y así se reflejó contra Granollers. El principal agujero defensivo residió precisamente en esta posición, y el inteligente Marc García lo aprovecho a la hora de conectar con los laterales o el pivote, y en ataque nada de nada. Un par de penetraciones que acabaron en gol por parte de Del Valle y Basmalis respectivamente son la muestra de que se puede hacer mucho más en ese costado, sin limitarse a circulaciones casi siempre hacia el centro que ignoran a la portería o al extremo.

8.         El ataque: Es curioso que con la cantidad de pelotas que saco Jorge Gómez el contraataque fuese más bien una anécdota en el discurrir del partido por parte del Aragón. Pérez de Inestrosa es un central que mira mucho más a la portería que al juego combinativo. Va a aportar muchos goles pero no deberíamos conformarnos con este hecho. Tenemos cinco extremos muy válidos y, ya en posicional ya en carrera, que el balón acabe en ellos dirá mucho de nuestra capacidad ofensiva. Ese no fue el caso del sábado, donde muchas veces se prefirieron opciones de la primera línea que normalmente no eran las mejores, como demostró Schulz.

9.         Pivotes antagónicos: Olvidémonos de Javier García Rubio. Ahora tenemos, excepto Egea, pivotes altos y no con el centro de gravedad bajo. Su altura nos obliga a aprovecharlos de otra manera, muchas veces de manera más indirecta mediante pantallas para la primera línea, por ejemplo. Aunque midan dos metros y pico, las pelotas que se les surtan no pueden ser simples “colgadas” porque eso facilita enormemente la labor de la defensa. La interacción constante con quién trabaje en los seis metros exige una versión mejorada por parte de la primera línea porque este sábado sólo en la primera parte llegaron pelotas a Val después de un ataque paciente y trabajado.


10.      Margen de mejora: Enorme. El Aragón, pese a una derrota que podía entrar dentro de los cálculos, tiene mimbres. Se puede hacer una muy buena temporada y el primero de los requisitos es creer en este grupo. Contra Granollers, quién más quién menos salió con el regusto amargo de la derrota pero con la sensación de que el equipo puede dar mucho de sí, y más después de todo, lo cual no está de más recordarlo. Estoy seguro que Ortega es capaz en un plazo razonablemente corto de darle al Aragón unos fundamentos que lo hagan pelear por estar entre los cinco primeros. Ya se sabe, progresar, ese es el verbo clave.





Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.