Él nunca lo haría

Entra dentro de lo razonable que una Directiva nueva, que se encuentra con una plantilla asentada y con jugadores con contratos a largo plazo se plantee una renovación. Ayer Domingo dejo muy claro los motivos que le llevan a tomar las decisiones que ha adoptado. No quiere contratos largos que puedan hipotecar al club. Por motivos deportivos o por motivos económicos. En los deportivos puede estar la perdida de motivación del jugador, un estancamiento que frene la progresión y anule la motivación. Entre los económicos el escaso margen de maniobra que queda para año a año ir mejorando la plantilla. Argumentos discutibles pero razonables. La actual situación de crisis que domina a toda la sociedad actual no favorece tampoco el trabajo a largo plazo. Un error puede provocar anular el margen de maniobra. Por todo ello la mesura y cautela esgrimida ayer por Domingo tiene poco ataque.

En lo que a los fichajes se refiere poco que decir hasta no ver el equipo confeccionado en su conjunto. A unos nos puede gustar mas uno u otro jugador, pero el equipo no parece estar completo con lo que la paciencia deberá seguir acompañándonos un tiempo mas. Máxime cuando la discreción es norma de la casa. Aquí si que, por mucho que nos duela, las cosas se están haciendo con un razonable acierto. Ahora todos nos acordamos de que en nuestras quinielas teníamos a Malumbres, algunos dicen que a Maqueda y Larsson eran de los que “ya decía yo”, pero lo de Stojanovic como que no. Y por supuesto, del resto de los incluidos en las múltiples quinielas nada de nada. Frágil memoria la nuestra para errores propios.

Pero donde uno no acierta a ver las cosas claras es en las formas. Uno puede entender que nuestro club, teniendo bien hechos los deberes en el aspecto económico, pretenda aprovechar la situación del mercado e intentar obtener lo mejor posible al mejor precio. No es raro pensar que jugadores en clubs con situación económica complicada busquen salida hacia equipos estables como el nuestro. Hoy el mercado hace que tener paciencia pueda jugar más en beneficio que adelantarse. Pero nada obliga a que apures la situación de quienes han sido tus jugadores durante los últimos años. Ninguno de los que ahora nos dejan se merecen salir por la puerta de atrás. Su profesionalidad y entrega hacen difícilmente justificable que jugadores como Víctor, Alfredo o Zaky abandonen el equipo sin poderse despedir de su afición. Poco costaba haber aclarado la situación con ellos tiempo atrás. El ejemplo de Vatne nos dice que era posible hacerlo. El mensaje enviado a quienes quieran venir a nuestro equipo, o incluso a quienes continúan en el no es muy positivo en este sentido. Y la afición, incluidos todos aquellos que están convencidos de las bondades del cambio, no terminan de entender esta forma de cerrar una etapa. Son solo formas, y cambiarlas costaba muy poco.

Fdo.: Espíritu de Magdeburgo