Lo bueno y lo malo del Mundial, día 1

Lo bueno, y de lo mejor, el trabajo de la organización. Ninguna pega, o al menos no me toco verla. Bien los voluntarios. Con los nervios propios de un estreno pero muy bien.

De lo malo, la falta de respeto de algunos aficionados incapaces de ponerse en pie cuando suena el himno de algún país. Es una cuestión de respeto, de educación. ¿Tanto cuesta entender eso?

De lo bueno, el ambiente que vivimos todos los que disfrutamos del balonmano.  Todos queríamos ver el Felipe lleno, pero el ambiente fue el de un pabellón disfrutando de buenos momentos de balonmano.

De lo malo, la promoción del Mundial en Zaragoza. Sea por la crisis, sea por dejadez no se entiende que un evento como este no haya tenido la promoción en la ciudad que se merece. El evento, la organización, el trabajo de los voluntarios, la afición e incluso la misma ciudad se merecen una promoción acorde al esfuerzo que se realiza. No tiene sentido gastar en el evento y no en una promoción que asegure buenas entradas.

De lo bueno poder ver y saludar a muchos amigos de este mundillo. Y de entre ellos permitirme que destaque a Kos. El hombre tranquilo, como definió perfectamente Raquel Machín. Veroljub Kosovac ha venido desde Suecia, en este caso no a seguir a su equipo, pero si el Mundial y a los muchos amigos que dejó por aquí.

De lo malo, otra vez en lo malo, Aragón TV. Si nula fue la información que dieron antes del Mundial lo de hoy a medio día, apenas si dando una breve noticia con imágenes del partido de España. Como si nada se hubiera jugado en Zaragoza. Empiezo a pensar que lo suyo es mala leche.

De lo bueno, y esto sí es lo mejor, el comportamiento del público de Zaragoza. Los que estuvieron en el Príncipe Felipe lo hicieron disfrutando de lo lindo. Y esto no ha hecho más que empezar.

 

Fdo.: Espíritu de Magdeburgo