Hablando de balonmano y repasando los antecedentes parece que nuestro destino, la eliminación, está sellado. Y es que contra equipos alemanes no hay manera y nunca en tres años y en las tres ocasiones ha sido posible. En la cuarta ocasión todo parece transcurrir por el mismo camino que en los demás enfrentamientos. Es la fuerza de la costumbre y casi de la lógica, algo a lo que ya nos hemos acostumbrado y que parece inevitable por certero.
Pero algunas veces ideas o hechos que se dan por sabidos e indiscutibles se vienen abajo en todos los órdenes de la vida. Al margen de análisis deportivos que con tanta elocuencia y gracia se han escrito en este foro, es posible encontrar situaciones o hechos en otros órdenes de la vida que refuerzan la idea de que ni está todo decidido ni todo es definitivo.
Como muestra quiero contar algo que seguramente para muchos era algo completamente seguro, tan seguro como que el CAI no es capaz de remontar esta eliminatoria.
Estoy por asegurar que todo el mundo ha oído e incluso citado aquellas frases que, contadas de diferentes maneras, decían más o menos eso de que “Primero vinieron a por los comunistas y como yo no lo era no hice nada… después vinieron a por los judíos, socialistas, gitanos… y finalmente vinieron a por mí pero ya no había nadie que pudiera hacer algo”.
¿Quién escribió o ideó esto? Creo que no me equivocaré si digo que la mayoría cree que fue el dramaturgo alemán Bertolt Brecha el autor de tan afortunados comentarios, versos o simplemente ideas y para muchos será por tanto una sorpresa saber que no fue Brecht el autor sino un personaje mucho menos popular (y por otra parte mucho menos vanidoso). El autor fue un pastor protestante también alemán llamado Martin Niemöller.
Cuando yo lo supe me produjo una sorpresa considerable y me ocupé de verificarlo y, de paso, saber algo más de un personaje tan notable. Como ahora es otro asunto el que nos ocupa, dejo a la curiosidad de los lectores el averiguar algo más del pastor Niemöller (vale la pena).
La moraleja es clara: no es ineluctable el resultado de nuestra eliminatoria y lo que se da por seguro no siempre lo es por mucho que muchas personas lo crean a pies juntillas.
Y si no conseguimos el “milagro alemán” me remito al artículo de la semana pasada “El destino de los guerreros”: a luchar hasta el límite y si caemos eliminados que nuestro destino sea Valhalla, el palacio de Odín destino de los que mueren heroicamente en combate. Y es que en palabras de Petrarca que tomo a su vez prestadas del gran periodista Santiago González: “Un bel morir tutta la vita onora” bastante expresiva en su lengua original.
Pero que quede bien claro que la “Caimanremontada” es posible. Depende de vosotros y también de nosotros (y bastante de los franceses esos).
Pero algunas veces ideas o hechos que se dan por sabidos e indiscutibles se vienen abajo en todos los órdenes de la vida. Al margen de análisis deportivos que con tanta elocuencia y gracia se han escrito en este foro, es posible encontrar situaciones o hechos en otros órdenes de la vida que refuerzan la idea de que ni está todo decidido ni todo es definitivo.
Como muestra quiero contar algo que seguramente para muchos era algo completamente seguro, tan seguro como que el CAI no es capaz de remontar esta eliminatoria.
Estoy por asegurar que todo el mundo ha oído e incluso citado aquellas frases que, contadas de diferentes maneras, decían más o menos eso de que “Primero vinieron a por los comunistas y como yo no lo era no hice nada… después vinieron a por los judíos, socialistas, gitanos… y finalmente vinieron a por mí pero ya no había nadie que pudiera hacer algo”.
¿Quién escribió o ideó esto? Creo que no me equivocaré si digo que la mayoría cree que fue el dramaturgo alemán Bertolt Brecha el autor de tan afortunados comentarios, versos o simplemente ideas y para muchos será por tanto una sorpresa saber que no fue Brecht el autor sino un personaje mucho menos popular (y por otra parte mucho menos vanidoso). El autor fue un pastor protestante también alemán llamado Martin Niemöller.
Cuando yo lo supe me produjo una sorpresa considerable y me ocupé de verificarlo y, de paso, saber algo más de un personaje tan notable. Como ahora es otro asunto el que nos ocupa, dejo a la curiosidad de los lectores el averiguar algo más del pastor Niemöller (vale la pena).
La moraleja es clara: no es ineluctable el resultado de nuestra eliminatoria y lo que se da por seguro no siempre lo es por mucho que muchas personas lo crean a pies juntillas.
Y si no conseguimos el “milagro alemán” me remito al artículo de la semana pasada “El destino de los guerreros”: a luchar hasta el límite y si caemos eliminados que nuestro destino sea Valhalla, el palacio de Odín destino de los que mueren heroicamente en combate. Y es que en palabras de Petrarca que tomo a su vez prestadas del gran periodista Santiago González: “Un bel morir tutta la vita onora” bastante expresiva en su lengua original.
Pero que quede bien claro que la “Caimanremontada” es posible. Depende de vosotros y también de nosotros (y bastante de los franceses esos).
Fdo.:Alfonso Marco (amp)
3 comentarios:
Muy bueno el artículo Amp. Pues sí, yo era de los que pensaba que era de Breth, y como lo hemos dejado al pobre desnudo de esta frase, recuerdo otra de Bretch que dice al principio de una cancion Silvio Rodriguez:"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles."
Y creo que nuestro equipo debe de terminar el partido así, independientemente de todo, luchando hasta el final como tu bien dices en tu artículo. Nuestros jugadores deben ser todos imprescindibles.
¡¡¡¡¡L A C A I M A N R R E M O N T A D A E S T A A H Í !!!!!
A P O R E L L O S C A I
vamos, vamos, vamos
AUPA CAI
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