Nada nuevo bajo el Sol

Uno puede tener alguna virtud, pero la de ser buen estudiante es una de esas medallas que siempre he dejado a los demás. No es que me sienta orgulloso de ello, pero las cosas son como son, y reconocerlas permite corregirlas. Y cuando uno no se había aplicado lo suyo con los libros se encontraba con el problema de pasar el verano pensando en “Septiembre”. Los nervios de “¿aprobaré ahora por fin?”, “¿conseguiré pasar?” o “¿habré tirado el año?”. Afortunadamente, al final uno remontaba y remataba la faena en el último minuto asegurándose otro año más de felicidad.

No voy a decir que el CAI sea mal estudiante, pero al final se ha despistado y ha tenido una asignatura que le ha quedado para los exámenes de Septiembre. El problema es que quien examina no es un profesor al uso. Ni tan siquiera es el propio CAI el examinado. Para complicar un poco más el tema los criterios seguidos para “aprobar” la evaluación europea son tan complejos como extrañas las decisiones de quienes rigen el Balonmano.

A día de hoy poco se puede decir a cerca de si el CAI BM Aragón va a jugar o no en Europa el próximo año. La decisión la tiene la E.H.F. con una invitación que ni tan siquiera es al CAI, sino a la posibilidad de invitar a un cuarto equipo español jugar la Champions previo torneo de clasificación en un lugar aun por determinar. Ósea un “andaquemeseyo”.

Así que calma, a pasar un buen verano, y esperar a que las cosas se aclaren. Mejor dicho, las aclare quien puede aclararlas. Lo único que es seguro es que el año que viene, y por sexto año consecutivo Zaragoza va a tener un equipo en la élite de una de las mejores Ligas del Mundo de Balonmano. Eso ya es motivo de orgullo. A partir de ahí toca intentar corregir errores y luchar por mejorar. Eso es el deporte.

Fdo.: Espíritu de Magdeburgo.