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lunes, 23 de abril de 2012

Desayuno incluido


Fotos : Facebook SG Flensburg-Handewitt 

Nos puede quedar la poesía, el verso o la prosa, incluso la narrativa heroica y los posos de la mitología, pero, en medio de tanta letra, no podemos negar que incluso la utopía, lo que nos hace avanzar, se ha quedado corta ante la refriega de ayer después de comer. Y, sinceramente, a riesgo de ser entregado a los leones, tampoco me condeno a creer en credos ciegos porque jugar con el corazón en la boca da para tinta pero es necesario algo más que sea capaz de compensar la amplia diferencia existente entre ambos equipos. Esta afirmación no hace de menos a un Caja 3 Balonmano Aragón que hizo un partido de aprobado en Flensburg , sino que expone la evidencia del equipo que son los alemanes, segundos en su liga y cuya pista de aterrizaje se debería observar más bien en la liga de campeones. No merece la pena entrar en comparativas con otras visitas alemanas que hemos tenido o con equipos españoles de nivel similar porque cada competición y cada partido describen dinámicas y conceptos distintos. Lo que parece meridianamente claro es que nueve goles son una dosis demasiado potente y a la vez, no descabellada, que en vez de entrar en contradicción invitan a un partido de vuelta donde no exista el mañana. Efectivamente, ser irracionales es nuestra única opción disponible.

Irracional es aquel que no entiende de razones y al Caja 3 le importa especialmente disputar unos 60 minutos al límite, acompañado de la gente y, a ser posible, de su mejor balonmano, el cual no ha que identificar como acelerado sino como inteligente ante esa fuerza bruta que son los alemanes. Es que, seamos sinceros, las medidas nos dejan en mal lugar ante este equipazo, implicando aquellas una distancia que se tradujo en nueve goles y cuyas valoraciones si que deben ser mesuradas y conscientes para situar el resultado en su verdadero contexto y no acabar comulgando con quijotadas. Podrían haber sido menos goles y durante buena parte de la segunda mitad se rondaron balones para circular por debajo de ocho goles. Sin embargo, las previsiones sino mejores más optimistas que hablaban de menos de cinco, chocaron con el peso de casi el doble de goles. Nos condenó algo tan evidente y tan tangencial como la diferencia de nivel, es decir, cuando el Caja 3 bajó el pistón, por incapacidad propia o méritos ajenos, el Flensburg  dio dos garranpazos: el que lo puso seis arriba al descanso (19- 13) y el que ya colocó en diez la barrera (26- 16; min. 38). Eggert o Hansen estaban dispuestos a correr el contraataque en el momento en que la saturación de nuestro juego ofensivo posicional equivalía a pérdidas de pelota.

Se puede hablar, por aquello de variar, de la permisividad arbitral en la defensa del Flensburg  o de su juego tendente al pasivo cuando el partido se encarrilaba a los últimos compases. De todas formas, no parece probable que por ahí encontremos nada que rascar. Parece más digno de manosear la fortaleza de nuestra segunda línea, tanto Cartón como Sorli, ya que Javi García bastante tuvo con no verse sepultado entre tanto kilogramo. La capacidad de llegar a el y de que Vigo juegue al ralentí buscando la mejor  y más tardana opción dirán mucho de nosotros a la vuelta porque a más de 30 goles es francamente difícil sacar algo en claro. Pese a los conatos de Humet, volvimos a ver cómo algo extraño el lanzamiento exterior y tal vez sea Molina una necesidad más que un recurso secundario, sobre todo cuando Grebenar se disipa y Demetrio, imperioso por carácter y veteranía, no está en la cúspide de su rendimiento por motivos obvios.

Evidentemente, nadie niega el liderazgo de un Maqueda que ayer completó muchos minutos de central cuando la situación exigía ya un cuerpo a cuerpo sin billete de vuelta. De acuerdo con su status, de nuevo la defensa, en la que también él ha ganado galones, ha de ser la referencia e incluso pecar de lo agresivos que nos dejen ser. Ayer, con casi cuarenta goles, no se puede decir que cumpliéramos los deberes pese a que Malumbres y Pablo tocaran pelotas. Un sacrificio en forma de multiplicación para que cada ataque foráneo se convierta en un mal rato en el que las soluciones pasen como tormentas de verano. Es evidente que de lo que nazca en los contactos con brazos tan poderosos y sujeciones con pivotes de ese calibre indicara hasta dónde podemos llegar.


Como aquellas, esporádicas o no, el público debe ser el complemento perfecto que haga de lo ocasional una norma en busca de los nervios del Flensburg . No es que crea mucho en esas teorías de las aficiones ruidosas y su proporción directa en cuanto a dificultad que otorgan pero si parece claro que en la vuelta de una Recopa de Europa con afán de remontada se exige como algo más que un adorno esa presión externa. En definitiva, todo teoría, todo idealismo, y también aspectos a mejorar para bordar un partido que debería ir más allá del sobresaliente y alcanzar el descalabro alemán. Sinceramente, no se si Andersson, Eggert, Djordic, Mogensen, Knudsen, Mocsai, y demás amigos están por la labor de desayunar laxante pero también ayudaría puesto que el foco debe seguir marcando que, ya antes de jugar ayer, se requería para esta eliminatoria un visado para los exteriores de la caverna de Platón. De no hacerlo, podemos acabar viendo sombras y estableciendo juicios incorrectos.






Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz

5 comentarios:

Anónimo dijo...

habra alguna promocion para llenar el pabellon?

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

En otros partidos de Recopa ha habido. Supongo que en este también. De hecho me suena que Ambar ya ha anunciado algo en Facebook.

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

Pues si, lo confirmo. Ambar tiene una promoción a mitad de precio en su página de Facebook.

http://www.facebook.com/photo.php?fbid=10150774848611251&set=a.168521226250.157567.157354656250&type=1&theater

Basta con imprimir la foto.

Anónimo dijo...

y por cuanto dinero sale la entrada?

Noelia dijo...

y los socios no podremos sacar entradas más baratas???