¿Mesa para catorce?

Foto : Tarazona preparando el Cipotegato el pasado sábado

Escasos 10 días son los que quedan para que arranque la nueva edición de la liga Asobal. Parecería irreal ver tan próximo el punto de partida si nuestra fuente fuese únicamente la información que genera el club. Más allá del rutilante desfile de partidos de preparación, con resultados de todos los colores, el vacío es casi ensordecedor. Ni campaña de socios ni promoción de ningún tipo, ni siquiera información del convenio a firmar con el patrocinador, algo que, lógicamente, repercute en la resonancia mediática de un equipo que, por momentos, se constriñe. Los boletos de estas responsabilidades sugieren una dirección unívoca. Mientras, soslayando lo anterior, un primer vistazo a la teórica situación del Balonmano Aragón en esta próxima campaña nos puede ayudar a distraer la atención, momentáneamente, de esta situación incoherente.

Los resultados de pretemporada deben valorarse para ir plasmando sin puntos en juego lo que se desarrolla entrenando. Ritmos y acoplamientos que engrasan una maquinaria, la cual debe rendir a partir de la visita del ARS Palma de Río.  En consecuencia, todas las valoraciones tangibles de pretemporada, en especial los marcadores, son más bien ejercicio de futurólogos si se quieren aplicar con consistencia al desarrollo de la liga. De esta forma, cuando suba el telón, vamos a tener enfrente una competición de 14 equipos más dos extraños al nivel general. Llanamente, el Barcelona del talonario fácil y un Atlético que mantiene un nivel parejo al del año pasado pese a las mutaciones en su plantilla, incluida la del gran Sterbik camino de la ciudad condal, no tienen rival. Hasta aquí, nada cambia sustancialmente, pero sólo hasta aquí, porque luego todos los demás equipos, aunque existan graduaciones entre ellos, van a estar más comprimidos que nunca.

Del tercer lugar al duodécimo puede pasar cualquier cosa. Esto no equivale a decir que Huesca o Puerto Sagunto, simplemente por citar dos ejemplos aleatorios, estén en condiciones de ser terceros pero si a tener claro que las jerarquías ya no van a ganar encuentros. Es decir, Naturhouse La Rioja y Ademar de León, a priori los estratos superiores de la depauperada clase media, van a sufrir en cantidades industriales para arrastrar puntos fuera de sus canchas, máxime cuando en una competición tan igualada todos saben que los puntos perdidos al abrigo de tu gente se van a penalizar al límite. Es evidente, en consecuencia, que la regularidad se antoja como factor imprescindible de una buena clasificación. Ninguno de estos equipos tiene aplomo como para que en las quinielas podamos jugar a un número fijo sin que nos recorra la incertidumbre, especialmente a la hora de rendir visitas. Los enfrentamientos directos, antes limitados a dos o tres equipos, van a ser la tónica que conduzca a una variable muy amplia de posibilidades clasificatorias. Dicho esto, la competitividad va a ser un valor francamente al alza y en esta parcela, tan anexa a la del carácter, debe decir mucho Mariano Ortega.

Dicho esto, no se puede negar que los acercamientos no distorsionan ciertas preeminencias. El Naturhouse, como nuevo rico después de tanto tiempo luciendo la bandera de las estrecheces, ha configurado un equipo muy interesante al que sólo Cadenas y su apuesta por la chavalería balcánica en León le pueden hacer sombra en el liderazgo de la plebe. Ambos deberán mirar hacia atrás para ver quién de ese nutrido grupo de perseguidores puede ser su mayor preocupación o, ¿por qué no?, otro rival que figure a su par. En esas anda el Balonmano Aragón, en busca de un derrotero que le situé en la quinta plaza o lo más cerca posible de ese lugar. Hay priori, equipo hay para ello,  pero también competencia. Cuatro Rayas Valladolid, tal vez el grande más mermado en su dispositivo y Fraikin Granollers parecen los más indicados para ese parte noble; sin embargo, ¿Helvetia Anaitasuna, Globalcaja Ciudad Encantada o Quabit Gudalajara están tan lejos? ¿Realmente existen distancia, existen favoritos, en esta grupeta? Pocos o ninguno, sin olvidarnos del Huesca, a priori mejorado, o Puerto Sagunto, que aspira a superar la relación equipo- plantilla del año pasado. La sucesión de partidos y los avatares de la competición irá calibrando sinos. Todos ellos son equipos con buenos sietes iniciales, de garantías, algún punto negro en determinadas posiciones y gente joven cuyo desarrollo y capacidad en la élite, a la cual muchos se enfrentan por primera vez, ofrecerá una idea de a dónde pueden llegar sus respectivos equipos.

Un poco por debajo parecen figurar Octavio Pilotes Posada, que deberá recurrir a Cacheda y sus laterales eternos para evitar complicaciones excesivas, y, en especial, los tres nuevos inquilinos de la categoría. Todo lo que puedan rascar en sus especialmente ruidosos feudos será piedra angular en el edificio del sueño de la permanencia. Tal vez el ARS parta con cierta ventaja ya que, con un par de retoques, ha mantenido el bloque que le hizo ser el mejor equipo de la División de Honor “B”, a excepción del Barcelona B. Villa de Aranda y Cangas, con los presupuestos más bajos de la categoría, buscarán hacer cotidiano lo esporádico. Esta temporada 2012- 2013 es la más propicia para ello.

Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.