Foto: FCBarcelona
Granollers supuso algo histórico. Una de
las canchas que quedaban por asaltar, junto con la del Barcelona y el Atlético de
Madrid (incluyendo al antiguo Ciudad
Real), había quedado vista para sentencia. El dato se inscribía en un 2012 pletórico donde tanto los partidos
de liga como de Recopa de Europa se
cuentan por victorias. Inevitablemente, el optimismo sube como la espuma.
Razones hay para ello. Sin embargo, una perspectiva más puramente analítica,
ligada a la frialdad de los números, puede ayudarnos a entender mejor la
situación en la que se encuentra el Caja
3 a once jornadas del final, es decir, con
prácticamente dos tercios del campeonato asimilados.
Si tenemos en cuenta lo que podemos
denominar, sin ánimo de especial elocuencia, la “era Ortega”, debemos remontarnos a las tres últimas temporadas, ésta
incluida. A la altura de la jornada 19,
el equipo siempre ha tenido veinticuatro puntos desde que lo entrena Mariano Ortega. Eso si, los guarismos
para lograr esa puntuación han sido distintos: Hace dos años, eran once los
triunfos, dos los empates y seis las derrotas; el año pasado, una victoria y
una derrota menos junto con dos empates más; este año, sin empates, se logra
record de derrotas y victorias (doce por siete). Este bagaje ha valido siempre
para una quinta plaza, excepto el año pasado que justo esa jornada éramos
derrotados en el Palau y nos pasaba
el Ademar. Se puede decir que,
viendo que los empates en balonmano (inexistentes este año), más allá de las
condiciones específicas del contexto del partido en si, no son malos
resultados, el Caja 3 ha utilizado esta racha para ponerse, de cara al
último tercio de liga, en la misma rampa de lanzamiento que los dos últimos
años.
Claro, se puede objetar que el calendario
puede variar y, en función de ello, poner la lupa en un momento específico
podría resultar hasta cierto punto
engañoso. ¿Quién queda por delante? ¿Quién ha pasado ya por nuestras manos?
Valga como ejemplo que el Palau,
nuestra próxima visita, fue el sitio donde nos dejamos el año pasado la quinta
plaza en esta decimonovena jornada. De todas formas, en primer lugar, jugaremos
con los datos que ya conocemos. Hace dos temporadas, el equipo sólo sumo siete
puntos de veintidós posibles, lo que le condeno al ostracismo de una séptima
plaza en una final de liga donde se chocó contra las propias limitaciones.
Derrotas fuera como la de Antequera
fueron un grueso correctivo, una vez de vuelta al mundo terreno tras perder en
cuartos de la EHF con el Lemgo. Porque no debemos olvidar que la
competición casera interacciona con la europea, en caso de disputarse, a
distinto niveles, ya físicos, ya morales. Sin embargo, el año pasado fueron
dieciséis los puntos que se lograron sobre veintidós, lo que sirvió para auparse
a la histórica sexta de plaza, lograr record de puntos y competir hasta el
final con nuestros inmediatos predecesores: Ademar, Valladolid y Granollers. Hay que reseñar también que
el año pasado no disputamos competición europea.
Parece que el último tercio requiere de toda
la fuerza. Puede que todo lo obtenido hasta ahora se convierta en un éxito
abrumador o en el gris más superlativo. Los jugadores tienen la palabra pero
nosotros no haremos de más si miramos el calendario que nos aguarda y las expectativas
que fluyen por la zona noble de la Asobal.
Este año son cinco las plazas que se reservan para Europa y si hace dos años,
treinta y cuatro puntos fue la barrera por ese lugar, el año pasado se elevo a
cuarenta y uno. Parece que la trayectoria apunta a que este año sea un punto
más o menos medio entre ambos baremos el que otorgue el ansiado pasaporte a Europa, por lo que el Caja 3 está bien encaminado para ello,
siempre que no desbarre en demasía. Ganar seis o siete partidos de los que
quedan debe entrar en las cuentas de este equipo y, ¿por qué no?, dependiendo
de las debilidades de Valladolid o Ademar, asomarse incluso más arriba.
Pero no deja de ser imprescindible observar, en primera instancia a los
perseguidores.
Ciudad Encantada dispone de tres puntos menos
(veintiuno) y se antoja como el rival más serio por el momento. Sin embargo,
arrastra dos bajas importantes en su línea de flotación cubana y la normalidad
dice que acabe pagando esfuerzos. Aunque, efectivamente, como para fiarnos de
la normalidad estamos. Sin embargo, creo que el verdadero enemigo en la línea
persecutoria es el Balonmano Torrevieja
en cuanto a mimbres y balonmano. De tal manera, el próximo partido en el Felipe, tras el de Barcelona, contra ellos, se antoja casi fundamental para dejar en
una vía muy interesante la compra de la quinta plaza. Están a cinco puntos,
tres partidos. En definitiva, si ganamos, las distancias se harán casi
insalvables. A siete puntos, Granollers
(con el average perdido) y Naturhouse,
lo que indica la elocuencia de cuatro partidos por remontar quedando once por
muy favorable que les sea a ambos el calendario. El Caja 3 tiene margen de error amplio e inversamente proporcional es
el de sus rivales en consonancia con el mayor o menor número de puntos que llevan
perdidos respecto a los naranjas.
Pero, ¿cómo se definen los once partidos que
le quedan al Caja 3? Desde luego,
fácil no es la palabra. Barcelona y Atlético, salvo sorpresa mayúscula, son
puntos con los que no debemos contar. Ademar en Leon se antoja difícil pero
nunca imposible, aún más con un Caja 3
creyendo en si mismo. Lo demás debe ser cimiento de algo más histórico que lo
de Granollers. Capital el día de Torrevieja, salida de cerificar titulo
nobiliario la de Logroño, vendetta
con Anaitasuna, Puerto Sagunto como salida tan lejana de lo que indica la
clasificación, Guadalajara y Huesca no dan lugar para los
sentimentalismos, en Pamplona va
siendo hora de ponerse serios. ¿Valladolid?
Ojalá ese día nos estemos jugando algo que deje anticuado el quinto puesto.
Por supuesto, como buenas cuentas de la
lechera, olvidémoslas para poner la atención, toda, en el Barcelona, a ver si cae algo más que un buen partido de balonmano.
Sería una manera ideal de empezar a hacer trizas tanto cálculo.
Fdo.: Álvaro
Lombardo Sáenz.
2 comentarios:
El rival más peligroso, incluso más que Cuenca es Logroño. Analizando su calendario sólo tienen dos partidos contra equipos de arriba.
Y uno es contra nosotros en su casa.
Ojo que no hay nada dicho. Hay que seguir sumando y en logroño también
Personalmente, veo a Logroño con algún problemilla ya no sólo a nivel deportivo sino incluso de ciclo. Da la sensación de que están más pendientes de los cubanos que de lo que tienen entre manos. Por supuesto, nada que no arregle un par de triunfos seguidos. Torrevieja y Logroño... dos finales
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