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lunes, 5 de marzo de 2012

En la misma encrucijada (II): De (re)copas


Foto : José Manuel De Buen (www.bmaragon.com)

Cambiamos de tercio por completo. Si hace unos días hablábamos de la competición liguera y sus perspectivas, ahora es el turno de las copas y las eliminatorias, una concentrada en un fin de semana largo y la otra a lo largo de la temporada. Desde luego, no sólo por su dinámica y su duración, son retos completamente distintos. No creo que la disyuntiva se situé en darle una prioridad a una u a otra ya que cada uno tiene su sitio e interacciona con las restante para otorgarle el sentido completo a una temporada, condicionar su desarrollo y también su necesaria valoración final. Pese a todo, no me abstendré de colocar aquí aquellas palabras de Iñaki Malumbres mediante las cuales traía a colación esa virtud definitoria de los treinta partidos que componen la liga Asobal: La regularidad. A fin de cuentas, el verdadero fondo de un equipo lo da una continuación de partidos donde prima la capacidad de readaptación continua. Factores capitales en las eliminatorias, como el rival en suerte o la cancha, quedan minimizados por el inexorable paso de los partidos. Esto no quiere decir que, para hacer observancia de lo que se nos viene encima, no tengamos que valorar pequeños detalles ahora decisivos.

En primer lugar, de cara al jueves, llegamos a la Copa del Rey como motos y de ello quedo el domingo constancia en las retinas. Un estado de forma proverbial que será puesto a prueba por un señor equipo, el Torrevieja, que, por si fuera poco, es anfitrión de la competición. Mariano Ortega sabe de lo precario de mantener esa envidiable condición y, por ello, ante la siempre preocupante idea de ver la enfermería animada, ha hecho de las rotaciones un elemento mucho más funcional que antaño. De momento, sólo está en ella el Kaiser pero ya se sabe lo que vale aquello de prevenir y, en consecuencia, gestionar minutos con inteligencia. Por lo demás, tenemos enfrente al que creo que es el rival directo por la quinta plaza y con el que, puestos a perder un partido con ellos, que sea en esta ocasión y no en la liga. Sinceramente, no creo que la Copa del Rey sea un torneo básico para los intereses del Caja 3. Por supuesto, hay que salir a morder (y evitar situaciones embarazosas como el año pasado con Granollers) pero hay que ser conscientes de las dificultades que implica y del escaso rédito que conlleva más allá de la epopeya de ganarla. Si somos capaces de superar a un hipermotivado Torrevieja, esperan Ademar o Atlético, y luego, salvo sorpresa mayúscula, Barcelona en la final. Si, es un torneo dado a las campanadas, pero su orden de preferencia creo que está por debajo de la liga y la Recopa. Por tanto, salgamos a disfrutar y a ver dónde somos capaces de llegar o a dónde nos dejan. Sin presiones y sin metas.

Respecto a Torrevieja, no creo que sea el rival más idóneo pero, por otro lado, va a servir para calibrar fuerzas y dejar grabados sistemas y modos de juego de los chicos de Laguna para trascendentales envites posteriores. No es ninguna sorpresa que este humilde club esté rindiendo a ese nivel, sexto en liga y dispuesto a todo en su condición de anfitrión copero. Ya en verano se apreciaba un salto cualitativo de nivel que podría haber sido mayor si no se les hubiese escapado Majnov, lateral zurdo que, cosas de la vida, nos visitará con el Brest bielorruso. Pejanovic, al cual le cantaron sirenas desde el Ebro, sigue incombustible cerrando a cal y canto su portería (que le pregunten al Anaita), Novelle, Rochel y Rasic constituyen una columna vertebral de primer nivel en la Asobal. Junto con ellos, extremos sobresalientes (Ortigosa, Salinas o Sánchez) y una jefatura defensiva de órdago con Chernov o Eloy González implican un rival de nivel parejo al del Caja 3 Balonmano Aragón. Lanzan, corren, dan atrás y multiplican recursos ofensivos de la mano de Laguna. No se si pasaremos o no, pero tenemos partidazo el jueves por TDP.

 Foto : José Manuel De Buen (www.bmaragon.com)

Para finalizar, la Recopa de Europa, caché internacional del que hay que sorber todo sus componentes vitamínicos porque es un éxito estar en ella y los tiempos venideros no auguran nada bueno de la participación española en los escenarios allende de los Pirineos. Creo que el equipo ha cumplido el primer objetivo que se podía haber marcado, es decir, meter la cabeza entre los ocho mejores equipos. A partir de aquí, sería inútil ponerse metas o cotas que no sea la final porque, seamos sinceros, no quedan peritas en dulce y, sobre todo, el Caja 3 está a un nivel que permite soñar con ella, sin miedo. De tal manera, en un par de semanas de frenesí desfilaremos con compromisos importantes ligueros y un viaje a Bielorrusia donde los naranjas buscaran el carnet de oficio, de madurez, de esa solidez de buen equipo que desvelaron en Porec. Tal vez los ucranianos o los portugueses podían ser, computando todos los factores, rivales un pelín más accesibles, pero no cambio nada por jugar la vuelta en casa (y por evitar a los alemanes). Ya se han lanzado pinceladas en este blog sobre el Meshkov Brest, por lo que es innecesario caer en la repetición. Son un equipo con altura y peso, una defensa rocosa (se podía imaginar uno eso con la presencia de vaquero del oeste Grosas), de contacto, a la que ampara un buen portero (Bozic) y un juego de ataque que busca mucho al pivote Groymko. No es noticia que salgan a morir, por lo que achicarse sería un sinónimo de suicidio. El aplomo del Caja 3 y su calidad, que no debe sentirse inferior a la de los bielorrusos, porque no lo es, deberán poner las cosas en su aspecto más relativo sin querer aferrarse a la vuelta porque, como hemos visto, no es lo mismo ciento veinte minutos que tres días de competición seguidos o que nueve meses.




Fdo.:Álvaro Lombardo Sáenz.

2 comentarios:

Álvaro dijo...

Deme, principio de rotura en el pectoral. Malísima noticia

carlos dijo...

ánimo Deme. eres un campeón