Naranjeitor

Foto : José Manuel de Buen

Coincidirán hasta los más agoreros en que lo de hoy ha sido un espaldarazo. Del volumen que cada mirada a ese vaso siempre a medias decida, pero espaldarazo a fin de cuentas. Tercera jornada y seis puntos. Seguramente significa tirando a nada en el cómputo global, pero, en ese escenario tan sugestivo que pinta la imaginación, dan ganas de abrirse una cervecita y disfrutar. Es cierto que Alser Puerto Sagunto ha decepcionado por completo, pero no darle el mérito que le corresponde al Balonmano Aragón a esa minimización sería injusto. Por si fuera poco, la chavalada al completo jugando. Ariño, Penon, Del Valle, junto con el curtido Ros, para entender a un equipo donde no son el complemento obligado de una estructura de profesionales. Son parte de ellos y trozo de una grada que se reconforta al comprobar que, en el fondo, las cosas son más fáciles de lo que solemos hacer.

Profesionales todos, en el pleno sentido de la palabra, sin lugar para la desentonación. El Balonmano Aragón ha crecido mucho estos sesenta minutos mientras Puerto Sagunto hacia una exposición de carencias preocupante para sus aficionados desplazados. Enseguida se ha abierto la primera brecha (min. 12; 7- 3) y todo lo demás, aunque en todo momento pareciera dudoso, ha sido una letal cuesta abajo para los valencianos. De hecho, tal vez el único lunar reseñable han sido las espaldas de Alex Dujshebaev, hechas a la medida del único jugador rojiblanco capaz, y de qué manera, de sumar en ataque para su equipo. Asistido pletóricamente por Don Fernando Latorre, alma y clase porteña, cuando Casanova y Javier García han reforzado la parcela defensiva aragonesa, el campar por sus anchas se ha acabado y con ello el Alser Puerto Sagunto al completo. Ni siquiera su temida defensa ha sido más que una sombra de lo previsto.

Evidentemente, si a estas parcas aptitudes le combinas el verso musical y eléctrico que gasta la primera línea naranja, los ochos goles al filo del descanso (min. 25; 16- 8) no son ninguna utopía. ¡Vaya tres artistas los laterales Molina y Dujshebaev al compás de Víctor Vigo!  Alex un imprevisto continuo porque te puede salir por cualquier sitio y ninguno malo, Vigo disfrutando de esa línea mágica establecida con sus asistidos y Molina, en fin, párenlo si pueden. Brazo de todos los colores el cordobés para confirmarse, si alguien dudaba, como la nueva metralleta del Aragón. Incluso galantea con la intimidación en la defensa, por si alguien seguía con las dudas existenciales. Por si fuera poco, las pantallas de Asier Antonio y el inmenso caudal ofensivo que genera Javi García en forma de exclusiones, goles, penaltys o huecos complementan la tremenda variedad de afrontar la culminación de los ataques posicionales. Por resumir, un mundo entre ambos equipos.

De esta manera, la segunda parte se había escrito ya en la primera mitad. Los ocho goles citados, mantenidos un buen ato (min. 40; 22- 14) y, en paulatino ascenso, para culminar en los once que señalaba el luminoso a cinco del final (31- 20) y el que pasara a los archivos, el definitivo 33- 22. En el camino, detalles más que otros elementos que pudieran variar una historia muy perfilada. Las paradas de Ibáñez compensaban en cierto modo la ausencia completa de tiro exterior de los visitantes, donde sólo Vallés asomaba tímidamente la patita. Aunque, para detener pelotas, que le pregunte a un rubio que había por allí. Sin decir nada, sin que Berrios le diera la pelota, ha respondido de diez a las buenas maneras de su defensa. Ovación merecida la de Kappelin. Pese a algún trastorno transitorio del dueto arbitral, el fin de fiesta ha sido un guiño a esa línea tan fina como insoslayable que une pasado, presente y futuro. La valiente vaselina de Del Valle después de fallar dos balones claros, el (buen) gol de Ariño, la pelea de Penón con Castellá y sus perrerías y Guillermo Ros, carácter y maneras de buen jugador, intenso atrás y asistiendo con empaque en ataque. Creo que hoy se nos puede permitir estar contentos, incluso un pelín más de la cuenta. No se si seremos terceros, igual acabamos séptimos o novemos, quién sabe con la cantidad de avatares que nos reserva la temporada. Prudencia y humildad, pero también amor propio; un par de partidos más como éste y lo de estar arriba empezaremos a debatirlo como rampa de lanzamiento o como objetivo final. Que renuncien otros. 

Fdo.. Álvaro Lombardo Sáenz.