Becas para el infierno

Foto : José Manuel de Buen (www.bmaragon.com)

Podíamos haber pillado al Atlético al principio de la liga. Incluso podíamos haberlo pillado una semana que no hubiésemos tenido que hacer excursión por Europa. Pero el calendario no se modifica, por lo que en este estreno del día del club, el Balonmano Aragón, viaje a Suecia  y situación límite incluidos, deberá exprimir sus mejores artes para superar a los rojiblancos. No estamos ante un imposible como años atrás. El Atlético de Madrid ha bajado enteros y es vulnerable, aún más lejos de Vistalegre. Por tanto, la primera condición es creérselo.

A los madrileños les está costando acoplarse. Las victorias de antaño, silbando, quedan como elemento para el recuerdo. Sin ir más lejos, el último partido televisado por TDP mostró cómo el Granollers le apretaba las clavijas hasta el final. Sin embargo, pensar que estamos al mismo nivel sería ilusorio. Tienen una serie de jugadores excepcionales que siguen representando el concepto de desequilibrio: Aguinagalde, Kallman, Lazarov o Cañellas. Sí que creo que Balic, en cambio, está más de vuelta. Eso sí, Sabanovic, el portero que vino por la lesión de Hombrados, no ha venido a comer cocido madrileño. Luego, lucen una clase media muy amplia con Ferrer, Romero, Edu Fernández, Davis, Masachs o Jurkiewicz a la que se le une un trío conformado por Barachet- Gojun- Markussen, de cuya consagración depende mucho el trayecto final del Atlético esta temporada.

La marejada que azota al Balonmano Aragón parece poco propicia para hacer frente a esa retahíla de nombres, por mucho que el conjunto de los mismos todavía ande formándose. Por si acaso, porque cada partido puede ser el último, porque parece que los que deberían al menos ser diáfanos en las explicaciones de este sepelio le han puesto ya al equipo fecha de caducidad, conviene ir a disfrutar de ver por aquí a un histórico como el Atleti. Alegrarnos, en definitiva, de cosas que antes ni apreciábamos y, así, perderle la vergüenza a pensar que se puede perder algo.

Para ello, recargar las pilas del trasiego sueco, ser capaz de ofrecer distintas alternativas tanto en ataque como en defensa y, sobre todo y ante todo, morder en defensa, multiplicar la velocidad de las piernas naranjas y contactar todo lo que se pueda, se antoja imprescindible para que los achaques afecten más a los visitantes. La aportación de la totalidad de los jugadores, cada uno explotando sus diferentes características, es el único camino a la solidez y, de paso, aparte de cambiar lo que en un momento dado puede no funcionar, se evita ser más previsibles que el Pato Donald.

En definitiva, aunque resulte manido, el miércoles nos toca jugar a todos en un último canto de unión entre la grada y cada uno de los jugadores. De todas formas, para jugar, nunca mejor dicho, te tienen que dar cancha.

Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.