Remando hacia la lógica

Después de ganarle a Cangas en un calco al partido que nos enfrento a Octavio, el nuevo formato de Copa se cruzaba en el camino del Balonmano Aragón. Es curioso que en la imperiosa lógica de vender ese producto llamado balonmano se apueste por ideas que suponen un retroceso en el interés que puede despertar la citada Copa. Porque los ocho mejores en el ecuador, más el organizador si no era uno de ellos, garantizaban siete partidos a sesenta minutos en cancha neutral apasionantes en un fin de semana largo. Otro tema es los cánones a pagar por los organizadores o el tener que dar cabida a los dieciséis equipos conduzcan al cambio pero lo que si sabemos es que sería interesante buscar la fórmula en la que el consabido final (la victoria del Barcelona) sea un poco más espinoso.

Precisamente, el Barcelona nos tocó en suerte en estos cuartos de final, con el partido de vuelta en la ciudad condal, eliminando así cualquier opción de entrar en la Final Four. El ambiente relajado del imposible ha contribuido a que el Balonmano Aragón haya llevado a cabo un impecable ejercicio de dignidad frente a uno de los mejores equipos de Europa (30-34). Lejos quedan los tiempos en que se podía intentar la épica y, en consecuencia, dar la cara y los momentos de buen balonmano naranja, que los ha habido esta noche, es plato de buen gusto para afrontar el envite que realmente nos afecta, el del sábado en Aranda de Duero.

Por lo demás, esta noche el Barcelona ha cogido la delantera desde el primer momento y ha gestionado sin alardes y con oficio una ventaja que ha rondado constantemente entre los dos y cinco goles. Así, del minuto 9 (5-7) al 14 (6-11) ya estaban todos los ingredientes encima de la mesa. El Aragón chocaba sistemáticamente en su insistencia de jugar en el hormigón armado que es el centro de la defensa catalana. De ello se aprovechaba el Barcelona para correr y administrar sus ventajas sin complicarse la vida. Un equipo jugando para los 1:1 de Alex Dujshebaev y su variedad ofensiva no era suficiente para cambiar de sino al descanso (14-19).

Sin embargo, un parcial de 3-0 justo al comenzar el segundo período ha hecho más visible al Aragón. El Barcelona ha variado el acento de su juego, pasando de la eficacia ofensiva de la primera parte a la seguridad defensiva, amparado en el genial Sterbik, pero realmente en ningún momento se ha sentido amenazado. Ni el brazo de Deme ni la resurrección de Javier García en los seis metros eran argumentos para que el control y la iniciativa cambiaran de dueño. La lógica la suele poner la disponibilidad de recursos y el Barcelona gasta buenos materiales para responder sea cual sea el escenario planteado. 22-25 en el minuto 45, 25-28 en el minuto 50 y 29-31 en el minuto 56 y, sin embargo, no pasaba nada. En ambos equipos han colaborado todos, todos han remado y ha primado el conjunto y las cuentas han salido de la única manera que podían salir. La vuelta será otro expediente a cubrir. Esperemos que sea con la misma elogiable disposición que hoy han lucido los naranjas.

Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.