Cuarto envite en la élite.
Cuarta oportunidad para ser conscientes de lo que tenemos entre las manos.
Cuatro partidos donde Balonmano Huesca
y Balonmano Aragón (el año pasado Caja 3) han hecho que sesenta minutos
de balonmano, también de rivalidad, tengan un tinte diferente, hagan de la
semana una espera paciente y jugosa en busca de ese partido añorado. Los
vecinos llegan con ventaja en la serie histórica (2-1) pero, ciertamente, el del domingo tiene una carga que no han
tenido los tres anteriores. Si los dos disputados en Zaragoza, uno para cada contendiente, correspondieron a la primera
vuelta, y el de Huesca del año
pasado (último del año) llegaba con todo el pescado vendido, este domingo 17 de Marzo la cita tiene pinta de ineludible para ambos. Quién gane,
empieza a confirmar su condición de inquilino consolidado de la parte alta de
la tabla, lo cual no es una tontería. El Aragón,
quinto con 26 puntos, y el Huesca, séptimo con 22, se cita en un lugar nunca antes
transitado de manera conjunta.
Tal vez para los oscenses,
con la mirada depositada ya lejos de los agobios de abajo, sea un partido cara
o cruz de cara a soñar con la quinta plaza. Pero ese escaso margen de error no
es tal para alguien que ya ha cumplido sus objetivos. Por ende, la responsabilidad
se traslada a los zaragozanos, teóricos favoritos, cuya victoria sería un paso
de gigante por esa misma plaza de privilegio. Además, las rachas de los dos en
esta segunda vuelta son envidiables. En seis partidos, los oscenses sólo han
cedido un empate y una derrota mientras que los maños han reducido los
guarismos negativos a un único empate. Enrrachados rojos y naranjas, el plausible
escalón por encima del Aragón se ve compensando por el factor cancha oscense y
su tranquilidad en forma de deberes hechos. Casi nada lo que nos espera el
domingo.
Algo tienen la gente del Isuela que, en sólo dos años, son una
de las referencias de este deporte a nivel de élite. No sólo por la seriedad
del proyecto económico, tan humilde como serio, sino por la capacidad deportiva,
la misma que el año pasado solventó la permanencia respondiendo cuando la
situación así lo requería y este año ha abierto el coto de la imaginación. De
ello mucha culpa tiene José Francisco
Nolasco, que ha sabido leer a su equipo, adaptarlo a los retos (atrás
quedan esas defensa abiertas) y trabajarlo, sea cuales sean los actores, para
que los automatismos funcionen a la perfección. Y jugar de memoria no es algo
que se consiga de un día para otro.
Esta nueva temporada en la Asobal retó a Huesca de una manera similar a la del resto de equipos: mantener el
nivel con un drástico ajuste de los recursos. Lo ha conseguido y, al menos a
estas alturas, es el equipo que más ha progresado respecto a sus expectativas y
a la plantilla del año pasado. Como nosotros, tiene piezas de la cantera del FC Barcelona como cimiento. El portero Corrales, nueva adquisición, y Álvaro Ruiz, central, y Saubich, extremo zurdo, ambos en su
segunda temporada, ha pasado por el filial barcelonista, el cual, si jugara en Asobal, iría a mitad de tabla sin
mayores problemas. La mezcla de los cachorros culés con otros tres refuerzos de
este año da idea de que igual el séptimo puesto no es una casualidad. Rochel y Espigol en la primera línea suponen una cantidad casi infinita de
posibilidades y de juego con la segunda línea, en la que en el pivote espera el
completo Eloy González. Estos seis jugadores están respaldados por el bloque del
ascenso: el solvente Julio en la portería,
Bartolomé como jefe de la
retaguardia, Grau, que ha dado un paso
adelante este año, en el lateral izquierdo, Ibai Cano luciendo
muñeca en el extremo zurdo mientras Ancizu
lo hace enfrente y Montero y Mira como savia nueva cuyos minutos en
juego ni son de regalo ni son de la basura. En Huesca no existen roles de relleno y eso hace al bloque mas
homogéneo, compacto y peligroso.
Puede que el lateral zurdo,
donde sólo figura Demovic, sea su
sitio más frágil, sobre todo a la hora de atacar. El balcánico no estará el
domingo, lo que obligará a Nolasco a
tirar de Ibai o jugar con otro
primera línea a brazo cambiado. Bartolomé,
expulsado en Granollers la semana
pasada, tampoco estará. Con estas bajas confirmadas, Huesca deberá recurrir al bloque y a sus prestaciones para
sobreponerse a las circunstancias. Nolasco
pondrá el tapete para seguir construyendo su fino balonmano y derribar a un Aragón que no por ser más equipo es
superior. Los detalles, y quién sabe si un poco de cierzo a favor, dirán quién
está en condiciones de despegar.
Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz
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