Sin atajos ni medias tintas, sin retruécanos, el Alser Puerto Sagunto tiene más fundamentos que los que se asocian a un farolillo rojo. Así de directo y así de peligroso para quién se piense que, en casa, y frente al coche escoba de la clasificación, valdrá con unos estiramientos previos y una rueda. Desde luego, los levantinos han pasado por paisajes más sugerentes que el actual y el porrazo que se llevaron el domingo pasado frente a Quabit Guadalajara ha hecho más oscuro el color de la luz de alarma. Sólo una victoria, frente a NH en Puerto Sagunto, dibuja una incómoda reclusión que, me atrevería decir, acabará siendo transitoria porque es una habitación con vistas a mar lo que pone el contrato, y cuyo suelo, a falta de tejados que hablen de volar, ponen ladrillo a ladrillo un club serio y sabedor de que su capital máximo, tanto metafórico como real, es su masa social.
En este punto, ¿qué hace una chica como tú en un sitio como éste?, podríamos preguntarle al Alser. De nuevo, como también al gremio de Zaragoza nos suenan este tipo de cuestionamientos, habrá que volver a ese espacio común que dicta la interacción de diferentes ámbitos para la final desembocadura en situaciones no deseadas. Por ejemplo, una plantilla corta (Sifré y Tarrasó, los extremos, suelen meterse entre pecho y espalda los sesenta minutos) en la que se habla de su gran mérito ya que no todos sus integrantes son profesionales, algo que, con el debido respeto, me despierta cierta sonrisa incrédula, o un entrenador que ya inspiraba dudas en Cuenca en cuanto a sacar partido a las plantillas y que parece que suma detractores a marchas forzadas. A este último respecto, en el partido que enfrentó a los rojiblancos con los hombres de Bolea la defensa 3:3 que planteó en varias fases Dzokic era poco más que una tómbola... para ellos mismos, con continuas líneas de fuga en las circulaciones alcarreñas que dejaban a Bruixola vendido la mayor parte de las veces (y no todos los días uno se puede hacer un Schulz).
En situaciones complicadas, pesan de manera extra las piernas en los minutos finales, algo que experimento Puerto Sagunto paralelamente a agotamiento psicológico viendo que, en un partido colgado como final, no eran capaces de ponerse por delante en el marcador. Los últimos siete- ochos minutos fueron una traslación a la impotencia de todo lo descrito antes. En ataque no habían estado especialmente lúcido los porteños, obviando la existencia de conexión con la segunda línea (Carlos, vente si no te la pasan) y recurriendo tal vez precipitados al cuerpo a cuerpo de los laterales, empeño en el que se elevó por encima del resto el siempre grande Iago Muiña y su brazo más rápido del oeste. Junto a estos menesteres, la presión acabó consumiendo tiempo y goles de remontada, mientras Guadalajara, sin alardes de ningún tipo, con un poquito de todos, una portería muy regular, Rudovic tirándose las zapatillas de nueve metros y Garralda clavando picas en Flandes sólo cuando pueden los eternos, firmaba la segunda victoria.
Esas sensaciones de no dar más de uno mismo, inercias a las que, como un rival más, hay que derrotar con mucha laboriosidad, encorren a nuestra próxima visita. Por tanto, reiteró y recalcó que confiarse, jugar al trote y al paso, sería doblemente peligroso: Por indolentes nosotros y por que ellos vienen tocados, dinamita de la buena cuando contemplas el equipo del que disfrutan y sus señas de identidad. ¿O es que alguien se cree que tanto antiguo compañero de trinchera va a venir a repartir besos y abrazos? Eso contando con Sifré, Sorrentino, Prendes y Muiña, que por el tintero quedan Stefanovic, Moya o Bruixola. Lo van a sacar adelante pero, como se suele decir con un cumplido tradicional, porque esperen a después del sábado no pasa nada.
Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz
4 comentarios:
Buena previa Álvaro.
Hoy toca ganar y recuperar terreno para lo que se nos viene.
Vamos Caja3
Y de de pronto 5 aragoneses en el campo. Esto empieza a der sus frutos.
que poca verguenza tienes de no nombrar la buena actuacion del portero aragones jorge gomez lite
Jorge lleva una Temporada sensacional, no solo el partido contra el Alser. Y es posible que hubiera sido justo citarlo en el artículo.
Pero de ahí a hablar de "poca vergüenza" me parece que hay un trecho. Seguro que nos equivocamos al hacer las crónicas, y pido disculpas por ello, pero el calificativo lo veo fuera de lugar.
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