Foto: José Manuel de Buen
Al lado del Miño, debido al traslado forzoso de los vigueses del Academia Octavio, cuando la siguiente
silueta que se otea en el horizonte negocia un fado, el Caja3 ha conquistado dos puntos con un regusto muy amable. Para
empezar, ha ganado fuera, lo que ya merece subrayado. En segundo lugar, ha sido
frente a un rival que, a tenor de lo que dicta la clasificación, es directo.
Por último, el equipo sube prestaciones de cara a la ida de la Recopa de este sábado frente al RK Porec.
Octavio acudía mermado, con dos bajas
físicas (Vargas y Jabato) y una
laboral y definitiva, la del artista malagueño, fino extremo, Nacho Vico. Sin embargo, ni eso ni el
traslado de pabellón debe limar la consistencia de un Caja 3 al que tantas veces, también injustamente, le hemos echado
en cara su falta de cintura como visitante. Claro está que de eso a ganar de
diez hay un rato. Así que dejémonos de vuelos fantasmagóricos y celebremos que
hemos sacado adelante un encuentro complicado. Hemos llevado la iniciativa la
gran mayoría de minutos, con rentas cómodas en la segunda parte de incluso 6-7 goles para arremangarnos cuando
ellos han apretado en los últimos diez minutos. Al final, 26-29 y, sin ver las imágenes, parece que queda en el ambiente un
poso de jerarquía, la cual se conquista de manera dinámica a través de partidos
serios. El de hoy tiene impregnada esa sensación.
Por tanto, primero felicitar al equipo y al
cuerpo técnico y, acto seguido, no caigamos en la autoindulgencia que los
croatas están a la vuelta de la esquina. De nuevo, con dos jugadores por
puesto, el armazón, el entirse equipo, la capacidad de respuesta ante las
diferentes variables que desglose el contrario, se antoja fundamental. Hoy
todos han aportado: bien Javi García
desde el pivote (3 de 5, va a ser
decisivo en este equipo), Vigo como
director y finalizador, y otros tanto de Deme,
Sorli o el extremo zurdo en conjunto,
en un reparto muy equitativo de los tantos. Tal vez Casanova puede ser al que más le este costando el regreso pero el
cubierto le aguarda sobre la mesa este sábado.
Curtidos en la frontera, donde cada segundo
es un metro ganado o perdido frente al enemigo, el sábado reviste la grandeza
de las citas europeas. El alejamiento del pueblo para visitar sitios antaño
sólo imaginarios. Aparte de disfrutar, deberemos creérnoslo. El club se ha
puesto a la labor de crear ambiente, los siguientes en la correa de transmisión
somos nosotros la afición y, por supuesto, metámonos en el bolsillo las ganas
de ser militantes de lo que vemos, porque el equipo suele responder
afirmativamente más veces de las que pensamos. Para ello, tampoco estaría de
más ser meridianamente conscientes de la trayectoria que lleva este deporte y
los distintos equipos mientras los chicos croatas saltan a la pista. Si
pasamos, tendremos mucho que celebrar pero mientras, erguidos en la frontera,
el único camino que podemos pisar es el de arrojar al olvido los buenos
momentos de Vigo. La clasificación
se encargará de rememorarlos. Ahora, a hacerle unas cuantas vías de agua, en
forma de amplia renta, al Porec, que
mejor que tenga que salir ellos a brazada limpia hacia el Adriático que nosotros. Por si acaso.
Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.
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