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domingo, 4 de marzo de 2012

Lo bello de las sensaciones



La primera derrota del Caja 3 en este 2012 ha venido de manera terapéutica. Si no fuera por los puntos, esos con los que prácticamente nadie cuenta al enfrentarse con el Barcelona, se podría decir que lo de hoy ha sido un arreón más de un equipo que ha metido la directa. En un momento dulce, muy dulce, el Caja 3 ha desarrollado una oda a la estética y a la tensión que ha puesto muy nervioso a un Xavi Pascual, que ha debido pensar durante un buen rato en las barbas de su vecino rojiblanco. Sin embargo, la multiplicación exponencial de recursos, propios y ajenos, de la que goza un club del calibre de los catalanes ha imposibilitado la machada. 29- 31 para cerrar la vigésima jornada y, de paso, recolectar un buen ramillete de esa flor tan de un día que se llama optimismo.

Efectivamente, hay motivos y razones para encarar lo mucho y apetitoso que resta por disputarse. Esta tarde los chicos de naranja han hecho una síntesis de ellas, unas pinceladas de cómo alguien puede superarse cuando el nivel de exigencia roza el infinito. Si hubiera un marco conceptual  a partir del cual explicar el partido, ese sería el de la solidez en la retaguardia. Podría acabar en gol o no, pero el Caja 3 ha hecho un derroche de consistencia defensa, de basculación, de rapidez en las piernas, de tensión competitiva. Con eso, nos hemos llevado 31 goles, lo que da una idea de a quién nos mediamos. Ya pintaban bien las cosas desde el pitido inicial, cuando Toño Cartón ha lanzado tres obras de arte con su muñeca que poco tenían que envidiar a las de otro artista, oficial este, que observaba desde la esquina contraria.

Así, descarado, sin nada que perder, el Caja 3 ha decidido transitar por los sesenta minutos. De tal manera, el tanteo hasta el ecuador de la primera parte denotaba igualdad extrema y facilidad de gatillo (min. 15; 9-9). El Barcelona no acababa de desarrollar su letal manera de entender el balonmano y culpa de ello tenía el alto nivel del Caja 3 tanto de la citada defensa como de un ataque donde Victor Vigo se hartaba de jugar y de aportar soluciones variadas al esquema ofensivo. Tendrían que ser dos exclusiones las que otorgaran a los visitantes la primera diferencia sustancial (min. 25; 12- 15). El Barcelona se desperezaba con el incisivo Sarmiento y el brazo de todos los colores que uno quiera del que hace gala Mikel Aguirrezabalaga. Sin embargo, con un descanso por el medio, en ese preciso momento iba a arrancar un  aún mayor auténtico despliegue de fuerza y, ¿por qué no?, también de fe de los naranjas que le iban a hacer restregarse los ojos a más de uno. Un parcial de 9-2 desembocaba en el minuto 40 en un sorprendente 21- 17 y el pabellón mimetizado en un rugido.

Cuando Malumbres y sus escuderos están a la mesa, la licencia para soñar se sirve. Estos eran los ingredientes a los que el Barcelona, preso de la precaución, buscó neutralizar con el gigante Nagy, proeza de altura, cuerpo y coordinación, como antídoto. Saric también había entrado a cerrar la herida. Definitivamente, el Caja 3 se gustaba pero el reto no dejaba lugar para florituras porque los hombres de Xavi Pascual son el mejor equipo del mundo. Había que remar, estaba claro, pero la inercia, muy relacionada con el límite de las fuerzas físicas, había cambiado de dueño. La brisa ahora venía del Mediterráneo y, así, limando, rascando, sufriendo en conclusión, el Barcelona volvía al punto de partida en nueve minutos (min. 49; 25- 25), amparado igualmente en un mayor profundidad defensiva.

Era el tiempo de los héroes. Nagy y Mikel por un lado, Maqueda y Cartón por otro, y otra pareja de cuyo nombre evito acordarme formaban los duetos de baile. Para nuestro pesar, la última de ellas asume el papel de ley y, en una serie de decisiones antológicas, han apuntillado a un Caja 3 al límite de sus fuerzas. Un límite que, por cierto, no tiene que ser necesariamente sinónimo de derrota  cocinándose. A lo que íbamos, una primera y justa exclusión de Maqueda colocaba en franca ventaja a los catalanes (min. 53; 26- 28) pero un gol y un dos minutos en contra del Barcelona convertidos en falta en ataque apagaban la luz a falta de cuatro minutos para el final (27- 30). Aún quedaba el show de otra falta en ataque inexistente hasta para el Pato Donald y un halo de vida que trituraba Nagy y un paradón de Saric a Sorli que no eclipsaba que, para porteros, aquí  había habido uno como un piano en la segunda parte y es de Villava.

La maquinaría barcelonista evitaba un serio revés en su marcha hacia el titulo liguero mientras que el Caja 3 apunta maneras de lo que puede ser un fin de temporada. A partir de aquí, Torrevieja, Leon y Brest son la triada que conduce hacia un primer éxtasis o a algo más opaco. Eso si, no nos podrán decir que no llevamos optimismo en la cartera. 





Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.

5 comentarios:

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

Gran crónica y gran partido.

Muy buen ambiente hoy en el Felipe. Daba gusto ver al equipo, y daba gusto ver la grada.

Un partidazo en toda regla.

Anónimo dijo...

Hacia tiempo que no veía un partidario como el de hoy. Dos equipazos jugando de poder a poder y un ambientazo en la grada. Así se hace afición. Por cierto un asco lo del arbitraje. Menos mal que lo ha visto toda españa

Anónimo dijo...

VAYA ROBO. ASI ES IMPOSIBLE GANAR NUNCA. BRAVO POR LOS JUGADORES DEL CAJA3.

Anónimo dijo...

Impresionante el partido del Caja3 por su esfuerzo y lucha.

Handball++ dijo...

Esto es lo que engancha a la afición un verdadero partido de balonmano.

Una pena que los arbitros se pusieran de parte del lider, cuando ademas a este no le hace falta.