Creo que el cover it live no ha combinado
bien con la retransmisión de la SER Leon,
donde dos forofos hacían de las suyas al galope de un micrófono. De esta forma,
ahora que hace unos minutos que he hablado con el enviado especial a tierras leonesas,
no se hasta qué punto no hemos sabido tanto captar como disfrutar la lucha
titánica de los nuestros. Un equipo francamente mermado, con un compromiso
fundamental el sábado demasiado lejos de aquí, al que, con un trabajo de
hormiguita y sin perderle la cara al partido, ha estado muy cerca de sacar
tajada.
Decíamos en la retransmisión que el partido
ha sido, en cierto modo, similar al que tuvimos en Valladolid en la primera vuelta. Un buen arranque, con ventajas
inclusive (min. 13; 7-9) que ha
derivado en una señora pájara, con parcial e contra inclusive de 6- 0 (min. 25, 14- 10). Las alarmas saltaban con una serie de
impresiones en ataque y una defensa muy permisiva en la que Ademar lanzaba y
combinaba a su antojo en los 6- 7
metros. Al final, 16- 12 al
descanso, con un poquito de profundidad de plantilla, otro poquito de silbato y
un Caja 3 donde se habían agotado
las reservas.
Frente a la dupla Ruesga- Antonio García, apoyada en un Baena referencial en la línea, parecía que la mala racha naranja invitaba
a un partido sin trascendencia. Pero no. Aquí ha residido la magia de un equipo
sobrepuesto a sus propias miserias y a sus escasas rotaciones. Los insidiosos
comentarios sobre nuestro depósito de gasolina han cegado el trabajo constante
de un equipo que no se ha ido del partido, lo cual tal vez era el camino más
accesible. Un brutal Javi García,
carnet de selección en mucho menos de lo que pensamos, con ocho de ocho, el
zurdo de oro Maqueda tanto adelante
como atrás con Val y Toñete desde la esquina para ponernos a
uno en el 36 (18- 17) y
sobreponernos al siguiente estirón de un Ademar
más fresco con un parcial de 4- 8.
Así, empatados a 25 a falta de diez
minutos la historia nunca pensada por más de uno y de dos se volvía a
rescribir. Dicen que en esas tesituras, una se olvida de lo que pesan las
piernas y lo que es cierto que la tostada olía a quemado. O que le crecían los
enanos a Ademar. Grebenar o Vigo acumulaban rédito para entrar en los últimos cinco minutos
empatados.
Por un momento, todos, o casi todos, hemos
pensado que esa eterna barrera con leoneses y valisoletanos podía saltar hoy
por los aires. No porque no hayamos ganado ya allí o en Zaragoza, no porque les pasáramos en la tabla, sino sencillamente
porque las condiciones, el trasunto del balonmano actual y del devenir de la
temporada, invitaban a que el eco de un posible golpe en la mesa retumbara
mucho más allá de los dos puntos, o incluso de lo deportivo. Era una noche para
la machada. Sin embargo, cual colegial al que le suena el despertador, un
penalty parado de Álamo y un acierto
decisivo por cada error nuestro han demostrado que el maldito escalón entre Ademar y Caja 3 sigue existiendo. 4-
1 de parcial en estos últimos 300 segundos para llegar al 33- 30 final Cada uno se puede quedar con
la parte del cuento que más le apetezca, pero un buen calibrado se mueve entre
el trabajo bien hecho y la excepcionalidad que no llega.
Las condiciones adversas, al menos en
jugadores, remiten para el sábado en Brest.
Lo de allí será otra historia, con Casanova
y Molina en la brecha. Mucho de lo
que traigamos de Bielorrusia servirá
como tinta para decidir si lo de León
fue un partido de consenso o, por el contrario, inauguró la caja de los
truenos. Mientras no perdamos el juicio crítico, en ambas direcciones, todo
servirá, al menos, de aprendizaje.
Fdo.: Alvaro
Lombardo Sáenz.
2 comentarios:
Nueve de nueve Javi García. Señor jugador. Felicidades al manchego
La verdad es que el partido de ayer de Javi fue tremendo, pero aunque no hubiera marcado ni un solo gol. La pelea que tuvo con Baena fue de órdago. Como lo fue la que tuvo Alberto, otro coloso. Con ellos, la lucha de Jorge, que aunque ya nos tiene acostumbrados es de destacar como trabaja. Como lo hizo también Amadeo, desde el extremo o como central para poder dar descanso a Victor, otro que peleó lo suyo y aporto balones. Tremendo Toño en un campo donde le siguen recordando con cariño.
Ayer no se escondió ninguno, y cuando el partido estuvo más complicado (4 abajo mediada la 2ª parte) siguieron luchando y llegaron al empate a falta de pocos minutos. Al final un par de matices decidieron.
Como bien dice Javi en la entrevista, pudieron tener desgaste físico pero no psicológíco, y no dejaron de luchar.
Y creo es justo mencionar el trabajo de Mariano Ortega por saber dosificar a sus jugadores, a los que tenía, para poder aguantar todo el partido con la intensidad con la que se jugó.
Que lo de ayer sirva para animar a los nuestros y a su afición. Ahora a Brest.
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