Fotos : Balonmano Aragón
Ni resultados ni
sensaciones. Las pretemporadas conllevan un trabajo invisible, absolutamente
necesario para un devenir correcto del año pero pasto del olvido en el momento
que el pistoletazo de salida cambia las concepciones y los objetivos. No ha
sido afortunado este inicio para el Balonmano
Aragón, que tropezó como local frente al Balonmano Granollers (24-27). Sin embargo, antes de empezar a
precipitarse, cabe hacer compendio de esos mismos partidos de pretemporada y
del de este sábado para ponderar dónde estamos, qué tenemos y hacia dónde
podemos ir.
1. Típico
primer partido de liga: Prisas, desajustes, piernas que pesan…
no es extraño que el comienzo de la competición tenga normalmente mucho más de
probatina que de dinámica ya consolidada. Tanto Aragón como Granollers
hicieron un partido mucho más guiado por los errores que por los aciertos.
Precisamente, mucha culpa de los puntos vallesanos residió en su capacidad de
aprovechar mejor los errores locales. Los árbitros también se ajustaron a esta
idea, aunque estos están en pretemporada toda la temporada. Compensatorios y
chulescos la pareja pero no influyeron en el resultado final.
2. Granollers,
mejor equipo: No nos engañamos. El Granollers, al menos a estas alturas, es mejor equipo que el Aragón. Tal vez con el paso de la
jornadas esta aseveración no sea correcta pero lo que se plasmó a lo largo de
los sesenta minutos fue un poso más por parte de Granollers. Desde luego, no era la mejor piedra de toque para
comenzar el curso ya que el Aragón
está en construcción y los catalanes tienen ya el bloque constituido. Y no es
precisamente un equipo secundario, con una primera línea poderosa, con
recursos, y un 6:0 contundente.
3. El
ambiente: Las convulsiones de este equipo durante los últimos
meses no ayudan al respaldo de una masa social. La entrada del sábado pasado
estuvo en la tónica descendente que acompaña al club pero, como dice la
canción, podría haber sido peor. Es de justicia reconocer que parece que, desde
el propio club, se están poniendo en marcha iniciativas encaminadas a un
concepto de balonmano-espectáculo
completamente necesario para hacer atractivo el producto. Sin embargo, mientras
no arraigue una masa de socios más visible, las cosas seguirán siendo muy
provisionales.
4. Jorge
Gómez: El mejor refuerzo de la temporada. Es un portero de
selección y, sin quitar mérito al partido de Matias Schulz, sus paradas tuvieron una dosis de complicación mayor
que las del argentino. Para muestra, los tres penaltys que sacó. El sábado
vimos más paradas que toda la temporada anterior junta. Deberíamos empezar a
pensar que estilo de juego de los ex naranja y ahora verde corporativo debe
nacer del zaragozano, algo diametralmente opuesto a los tanteadores altos del
año pasado liderados por Dujshebaev,
Vigo y Javi García.
5. Dar
y correr: Si hablábamos del necesario papel protagonista de Jorge
Gómez, a ello viene intrínsecamente unido la capacidad de un sistema defensivo
que ampare y refuerce el papel del portero. En pocas palabras, este Aragón debe
hacerse desde atrás, porque es la opción que cuenta con más mimbres. Este
sábado, sin Asier Antonio, se
defendió aceptablemente, sin perderle la cara al partido pese a ir siempre un
gol o dos por debajo. Más allá de quiénes sean los protagonistas de la defensa,
esta como concepto y unos extremos que galopen nos pueden dar mucho más que un
estático algo cojo.
6. Sobredosis
de diestros…: Bendita sobredosis, claro está. Demetrio Lozano sigue siendo un jugador
franquicia, sea cual sea su edad. Su facilidad para atacar y defender
eficazmente sólo fue oscurecida por cierta precipitación en el último tramo del
partido. En ese mismo sentido, Rial
y Miguel Sánchez demostraron que son
jugadores completos y cuyo brazo debe sostener una primera línea alicaída. No
tuvieron el mejor de los puntos de mira el sábado, sobre todo cuando la defensa
de Granollers subió de intensidad,
pero tanto desde nueve metros como penetrando o asistiendo pueden y deben ser
la referencia.
7. …
y carencia de zurdos: Sería una tontería engañar a nadie. Se sabía
perfectamente que ésta era la posición más floja de equipo y así se reflejó
contra Granollers. El principal
agujero defensivo residió precisamente en esta posición, y el inteligente Marc García lo aprovecho a la hora de
conectar con los laterales o el pivote, y en ataque nada de nada. Un par de
penetraciones que acabaron en gol por parte de Del Valle y Basmalis
respectivamente son la muestra de que se puede hacer mucho más en ese costado,
sin limitarse a circulaciones casi siempre hacia el centro que ignoran a la
portería o al extremo.
8. El
ataque: Es curioso que con la cantidad de pelotas que saco Jorge
Gómez el contraataque fuese más bien una anécdota en el discurrir del partido
por parte del Aragón. Pérez de Inestrosa es un central que
mira mucho más a la portería que al juego combinativo. Va a aportar muchos
goles pero no deberíamos conformarnos con este hecho. Tenemos cinco extremos
muy válidos y, ya en posicional ya en carrera, que el balón acabe en ellos dirá
mucho de nuestra capacidad ofensiva. Ese no fue el caso del sábado, donde
muchas veces se prefirieron opciones de la primera línea que normalmente no
eran las mejores, como demostró Schulz.
9. Pivotes
antagónicos: Olvidémonos de Javier García Rubio. Ahora tenemos, excepto Egea, pivotes altos y no con el centro de gravedad bajo. Su altura
nos obliga a aprovecharlos de otra manera, muchas veces de manera más indirecta
mediante pantallas para la primera línea, por ejemplo. Aunque midan dos metros
y pico, las pelotas que se les surtan no pueden ser simples “colgadas” porque
eso facilita enormemente la labor de la defensa. La interacción constante con
quién trabaje en los seis metros exige una versión mejorada por parte de la
primera línea porque este sábado sólo en la primera parte llegaron pelotas a Val después de un ataque paciente y
trabajado.
10. Margen
de mejora: Enorme. El Aragón,
pese a una derrota que podía entrar dentro de los cálculos, tiene mimbres. Se
puede hacer una muy buena temporada y el primero de los requisitos es creer en
este grupo. Contra Granollers, quién
más quién menos salió con el regusto amargo de la derrota pero con la sensación
de que el equipo puede dar mucho de sí, y más después de todo, lo cual no está
de más recordarlo. Estoy seguro que Ortega
es capaz en un plazo razonablemente corto de darle al Aragón unos fundamentos que lo hagan pelear por estar entre los
cinco primeros. Ya se sabe, progresar, ese es el verbo clave.
Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.
1 comentario:
Muy buen análisis Álvaro. Coincido. La continuidad de un Vigo, a tiro, habría venido de perlas.
Pero la realidad es la que es.
A lo de progresión yo también añado resultados. Los principios son claves en una temporada.
Tras una derrota en casa, no ganar el siguiente partido y quedarte con 0 pts abajo sería duro para el equipo jóven y nuevo. Una victoria se antoja muy importante en una pista dura.
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