Pero no será porque los de azul no lo hayan discutido. Nunca
han entregado la cuchara y ello ha permitido un partido sin finiquito hasta el
último instante, al nivel de lo que se le presuponía. Por jerarquía, por peso,
el Caja 3 ha ido siempre en cabeza. Sin embargo, empieza a
parecer que los sesenta minutos acaban saturando a unos naranjas que acusan
falta de cierta frescura en los últimos tramos. De todas formas, vayamos por
partes.
En primer lugar, sin conocer el número de exacto de aforo,
se puede hablar de patinazo. Cada cual que busque razones, que las tenemos a
pares: Poca cobertura informativa, frío, hora intempestiva, siglo XXI casi XXII o simplemente se ve mejor por la TV.
Si entramos de fondo en los argumentos deportivos, ha habido
balonmano de tensión, de cuchillos afilados, de ganas por ambos en definitiva.
De tal manera, con la dejadez a buen recaudo, los primeros tanteos era
igualados hasta que el Caja 3 volaba
hacia la primera ventaja sustanciosa (min.
13; 8-5). ¿Qué teníamos hasta ese momento sobre la mesa? Un Huesca BM que
encontraba a Saubich en la esquina de la mano de su compañero de la cantera
barcelonista Álvaro Ruíz, ambos alumnos destacados. La alquimia cajista frente
a tan peligroso tándem consistía en percibir que eran los extremos quienes
debían tener la llave en nuestro ataque, a la par que Malumbres le ganaba el duelo a Pesic
desde los nueve metros. Sin embargo, Huesca sacaba más cartas al tapete. Su
mayor velocidad defensiva nos sacaba faltas en ataque y un artista llamado Alex Álvarez enfilaba directo nuestro
entramado defensivo. El resultado era positivo (min. 20; 8-7) pero gaseoso (min.
23; 12-9). Las prestaciones defensivas del Caja 3 habían crecido, amparada en un centro de la misma Maqueda-Casanova , lo que hacia más fácil correr
para nuestros extremos. Pesic, héroe
y villano, sostenía con golpes puntuales a unos azulones en la brecha al
descanso tras un larguero naranja que les permitía respirar al transformar el
contraataque y no hacer más profunda la diferencia (17-13).
Parecía que la segunda parte era el momento de lucir galones
y plasmarlo, alejando fantasmas en forma de reacción de un BM Huesca inferior pero no derrotado. Los diez primeros minutos han
seguido por ese mismo cauce. Despacito pero inexorablemente, metro a metro, Huesca retrocedía, no sin sangre
vertida. Sin embargo, dos detalles habían cambiado. El primero, Voncina estaba vivo y preludiaba
sacando, entre otras, un contraataque que podía haber sido un final anticipado.
El segundo, viendo que ni Pesic ni Vyera pensaban a la misma velocidad que
Alex Álvarez, la apuesta de BM Huesca se encaminaba en un único
sentido: La línea de seis metros, allí donde esperaba el mejor jugador, o uno
de los mejores, de los azules. Efectivamente, el correcaminos Victor Tremps iba a demostrar con creces en los siguientes minutos como
hacer una línea de pase de cada movimiento. Antes de cambiar la dirección del
partido, el minuto 41 reflejaba la última gran diferencia (23-17) y el Huesca
lanzaba una defensa 6:0.
A partir de esos momentos, los últimos veinte minutos que, a
la postre resultarían insuficientes para los visitantes, iban invirtiendo
paulatinamente la tendencia amparado en un nuevo concepto de cerrazón defensiva
combinada con el dueto Voncina-Tremps.
En base a los citados puntales, las limitaciones oscenses pasaban a un segundo
plano. Eran cuatro goles en el 48 (27-23)
y el Caja 3 no se sacudía el
sigiloso barro en el que el luchador equipo visitante nos introducía. Se
mantenía una distancia prudencial, sin dar un golpe sobre la mesa, que era
menos prudencial tras una exclusión (min.
53; 29-25). Al límite del pasivo, acertaba Humet, valiente como siempre, pero Ortega se veía apurado, solicitando un tiempo muerto con 30-27. El ritmo de remontada de BM
Huesca era demasiado lento como para surtir efecto. Lo lamentaban ellos y lo
celebraba un, ¿a la fuerza?, contemporizador Caja 3. Fallos frente al inconmensurable Voncina, dos goles a minuto y medio, para resumir unas prisas que
no ahogaban el pitido final y el 31-29
que reinaba en lo alto del pabellón.
Ahora, con mucho tiempo para meditar, convendrá pensar si Vigo no debe jugar más minutos como
boss en ataque, y sino sería mas productivo un cambio ataque- defensa en el
pivote, sobre todo comprobando que la longitud de la plantilla no promete
alegrías. Por último, BM Huesca, que
nadie lo interprete mal, parece peor equipo de lo que es. Tiene argumentos y
seguramente estará para luchar hasta el final por una permanencia que, este
año, visto lo visto, va a estar más cara que ningún año. Para la vuelta, como
deseo, que los dos tengamos todavía más que celebrar que en el día de hoy.
Celebrar, aparte del encuentro, el saberse con el deber cumplido
Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.
3 comentarios:
Desde Huesca enhorabuena por la crónica . Partido histórico y emocionante , crónica profesional , me apunto este blog en favoritos.
Felicidades por vuestra merecida victoria.
les van ha venir bien las vacaciones, porque al final llevaban una caraja de cuidado.
Nos falta intensidad defensiva, variedad y riqueza en esa faceta del juego para no ser tan previsibles.
Y cerrar los partidos, nos reñajamos en cuanto cobramos ventajas. Fallamos lo mas sencillo, el otro día erramos 4 goles extremadamente fáciles y estuvimos a punto de pagaron ante un equipo inferior.
Ahí están las consecuencias clasificatorias
Saludos y feliz Navidad
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