Tu tienda de Balonmano

domingo, 4 de diciembre de 2011

Un único gol

Fotos web www.SportSport.ba

El domingo pasado nos desayunábamos con el naufragio del Cuatro Rayas Valladolid en Eslovenia. Diez soberanos goles que le obligaban a los castellanos a algo similar a lo imposible en Huerta del Rey. Kilómetros más hacia oriente, una niebla plácida, acomodaticia, hacía de su capa un sayo a orillas del Ebro. Esos mismos diez goles que eran las horcas caudinas de los vallisoletanos se correspondían con una jugosa renta en el haber del Caja 3. Justo una semana después, en la segunda parte de un mismo partido, este y oeste han cambiado de orientación: Valladolid ha tumbado de ocho al Gorenje y Caja 3 ha fenecido de nueve en Bosnia. Las caprichosas matemáticas, que no quieren problemas, han establecido sin embargo un destino divergente para ambos, en el que nosotros hemos visto la sonrisa de la fortuna. Sirva esta comparación para identificar lo sumamente cerca que ha estado el vacío.

Lo primero: Hemos pasado de eliminatoria, que es lo más importante. Celebrémoslo. Lo segundo: Reflexión una vez que nos hemos quitado el sudor frío. Sabemos que el marco teórico de una eliminatoria europea a doble partido abarca ciento veinte minutos a analizar, que un partido de vuelta es simplemente una segunda parte donde cualquier ausencia de concentración te puede llevar a ver como se esfuman ventajas de importantes calibres. No se puede dejar de tener en cuenta lo difícil que es sacar adelante los partidos lejos del Felipe, pero a veces da la sensación de que se asume como un axioma que la eliminatoria la ganará quién en su cancha saque más réditos en forma de goles de ventaja. Eso creo que es jugar con fuego, más si cabe si la vuelta es lejos del hogar. No pienso que el Caja 3 haya especulado, ni siquiera puede aparecer como ajeno las ideas bien claras que llevaban los naranjas en la maleta: ¡A por el partido, que no existen las ventajas parciales! Al final, nos hemos capuzado de nueve, hemos compartido los muchos seguidores un nerviosismo palpitante en la retransmisión de este blog, acentuado por la no existencia de marcador de tiempo en la retransmisión de la tele bosnia, y con el mal trago demasiado presente, hemos respirado cuando hemos oído la ronca bocina.

Desde luego, el equipo no ha ido por delante un solo momento pero, será que yo peco de ver el vaso medio lleno, nunca he tenido, particularmente, la sensación de que el Banja Luka pudiera sobreponerse a la losa con la que hacia penitencia. Si a ellos aquí el resultado se les fue en los últimos diez minutos, el Caja 3 ha dejado para el final sus opciones de estado comatoso. Con la vida alargada, a los bosnios les ha faltado un mísero gol, o reluciente según se mire. Ahora seguramente estén pensando cuál de ellos, de ambos partidos, podían haber recuperado para la causa pero, con el espejo, podríamos preguntarnos de cuál habríamos prescindido nosotros de los cincuenta y tres obtenidos. Sólo uno. Eso no es más que muestra de flaqueza a domicilio, ausencia de peso para no hacerle creer nunca al rival, un buen equipo este Banja, nunca un conjunto para sacarnos a pelotazos de la pista.

Decía que, a ojo de buen cubero, el Caja 3 ha parecido viajar durante tres cuartos de hora cómodo a lomos de desventajas que se movían alrededor de cinco goles (14- 10 al descanso). No creo que por querencia, pero está claro que sabiendo que aún te queda otros cinco por gastar, las prisas y las urgencias son menores. De nuevo, sería conveniente desplazar el ángulo: Dos o tres errores, alguna exclusión, cualquier empanadilla, y son siete y ocho goles. Efectivamente, Banja Luka- Caja 3 como aplicación práctica directa de las dos últimas líneas. Hemos empezado a mirar el reloj, que no existía pero nos gravaba con sadismo, y a pasarlas canutas, tanto que hemos echado cuentas acerca de sobrepasar los veintiún goles para que el billete nos pudiera valar también con diez goles en contra. Rácano, a fin de cuentas. Por cierto, sin árbitros especialmente ácidos, aunque creo que ya a nadie le sorprenderá que defendiesen al lado del portero o que se columpiasen con el pequeño de Casetas, aparte de los innumerables abrazos del oso amoroso que se sancionaban con unos cortos golpes francos.


En la primera parte, cuando hemos ajustado un poco la defensa y han venido las gracias de Malumbres, hemos establecido esos cuatro goles de desventaja que parecían seguros. Triuvundza tiraba del Banja ante el buen trabajo hecho sobre su pivote pero realmente, como la segunda parte se ha encargado de demostrarnos, nuestros problemas han venido en el ataque, donde nunca hemos podido quitarnos de en medio la espesura a la que nos condenaba su sangrante, profundo y afilado 5:1. Si a esto se le suma una actuación bajo palos de Ljubicic menos intermitente conforme pasaban los minutos, nuestras opciones iban resumiéndose en Demetrio y una versión reducida de los demás. La tónica se ha mantenido hasta mediados de la segunda parte, incluso con una defensa del Caja 3 que crecía a la par que menguaba la movilidad de los bosnios. Parecía que, pese al escaso bagaje ofensivo, las luces balcánicas aullaban reconociendo lo difícil de la misión. Craso error. Una continuación de ataques sin sentido, finiquitados con pases a la remanguillé o tiros a las nubes, permitían sacar rápido al Banja y nada más llegar a la cercanía de los seis metros, ejecutar a Malumbres con tiros accesible. El verdugo, Obradovic. El resto ya lo conocemos y lo hemos puesto a colación, un balón robado al vértigo casi al final, Casanova y Demetrio de pie entre las llamas y el recuerdo del arreón final del sábado pasado en el Felipe que nos ha permitido finalmente pasar de ronda. Llama la atención la ausencia de otras de las referencias de este equipo, Jorge Maqueda, en este tramo de apuro superlativo, sin dejar de valorar a un Humet que ha estado desacertado simplemente porque ha sido valiente y a buscado entonces la pelota y el protagonismo, como el gran jugador que es.

Ciento veinte minutos después, lo tangible es que estamos en dieciseisavos. Pero, para este Caja 3 capaz de atornillar al Atlético en un partido soberbio, ¿la balanza de la eliminatoria contra el Banja Luka rebosa más en el platillo de lo positivo que en el de lo negativo?




Fdo.:Álvaro Lombardo Sáenz.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Simplemente CHAPEAU !!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Felicidades equipo!

Handball++ dijo...

Felicitarnos por pasar la eliminatoria.

Si queremos conseguir algo con este equipo necesitamos un ENTRENADOR.

Anónimo dijo...

con ese espiritu pon te, noostotros te apoyaresmos

Anónimo dijo...

Ciento veinte minutos después, yo diría que lo tangible es que estamos en octavos, pero bueno... a lo peor no es así.

Handball++ dijo...

Si un equipo con "aspiraciones" y "futuro" o eso dicen los entendidos, pierde todos los partidos fuera de su casa, sea con el rival que sea, y para pasar una eliminatoria europea tiene que ir con una ventaja de diez goles "mínimo", pues... podemos seguir mirando a otra parte pero sinceramente creo que la cosa no funciona bien...

Álvaro dijo...

Cierto, son octavos y no dieciseisavos, fe de erratas.

Anónimo dijo...

El CHAPEAU por la crónica, conste !!!!!

LABACA dijo...

RK POREK DE CROACIA
PRIMERO AQUI............