Fotos : José Manuel De Buen (www.bmaragon.com)
Hay virtudes en esta vida que suelen pasar
desapercibidas. Una de ellas es parecer mejor de lo que eres, no en un tono
moralista sino más bien en el sentido de encubrir defectos. Sacar el máximo
partido al brillo que puedes desarrollar, en definitiva. De todo ello, el RK Porec dio un cursillo de aprendizaje
rápido ayer. Con muy poco, elevaron la vista hacia el electrónico cuando
quedaban escasos quince minutos y se vieron en una situación que, ni en la
mejor de sus utopías, imaginaban. Los croatas correspondieron el idealismo
creciéndose y nosotros no se puede decir que no colaboráramos. Es difícil
fallar tanto y tan claro por minuto. Cuatro goles al final y el saco descosido
son las conclusiones más fehacientes pero conviene repasar lo acontecido para
trenzar un desarrollo explicativo al que podamos aferrarnos dentro de una
semana.
En primer lugar, para empezar por el final,
olvidémonos de vírgenes del Pilar y
tengamos en cuenta que las situaciones no vienen predeterminadas. Me refiero a
que esta historia la deben escribir los hombres del Caja3, son ellos los que deben hacerse merecedores de la siguiente
ronda frente a un rival que, ni por asomo, es superior a nosotros. Para ello,
no valen las cuentas de la vieja que usamos con el Banja Lunka. Hay que salir a Porec
a dar un paso adelante, a ganar el partido y la eliminatoria porque así lo
exige la exigua renta. Nos debemos obligar a ser mejores, que no es lo mismo
que ampararse en inercias y ventajas previas. Y eso no debe dejar de significar
un reto, una perspectiva de ambición y mejora.
Si uno se parar a observar el partido de ida,
se hace cruces de pensar en sólo cuatro goles. Sin embargo, esa vía no nos
llevará a ninguna parte excepto a la impotencia. Ya lo hemos dicho, el RK Porec fue maestro en hacer de la
necesidad virtud. Jugó con parsimonia legendaria, no se fue nunca del partido
(y si se iba, nosotros lo cogíamos del cuello y vuelta para adentro) y se
consagró a un portero que las sacó de todos los colores y a una primera línea
con mucho cruce, poca combinatoria y un único señor jugador: Vujic. Por supuesto, con estos
argumentos es normal que no se creyeran que salían vivos de Zaragoza. Inevitablemente, la segunda
parte que clarifica la ecuación reside en los de casa. El Caja 3 ofreció una versión minimizada de su idiosincrasia, con una
defensa timorata y anclada en la línea de seis metros y un ataque donde sólo Javier García no valía para romper el
partido.
Sin lugar a dudas, fue precisamente romper el
verbo que negoció todo el partido. Un Caja
3 que buscaba la escapada definitiva que desarbolara a los croatas. No cejó
en el empeño y hubo hasta tres ocasiones donde la ventaja desfiló en la delgada
línea que se podía atisbar definitiva. No se pasó de los siete goles y la falta
de lo que, a buen seguro, habría sido un tiro de gracia vino por una, la más de
las veces, alarmante falta de puntería, aunque en el haber hayan de figurar los
méritos del portero Sladoljev.
Penaltys, contras, balones sacados al extremo y un RK Porec que se retorcía para sacar el ingenio que lo mantuviera
vivo. Jugó con el tiempo y le salió bien, porque se sostenía a dos al final de
la primera parte (14- 12) y aguantó
el sofocón de los diez primeros minutos de la segunda parte para empezarse a
manejarse mas cómodamente en desventajas de no más de cinco goles. Las prisas
naranjas, el bullicio y la traba adquirían grosor conforme el tiempo se
despeñaba. Ellos creían a la vez que nosotros nos desengañábamos. Nada de dejar
solventado el asunto antes de tiempo.
Así, en un delicado equilibrio de
funambulismo, el Caja 3 adoleció en
la primera parte de la necesaria tensión defensiva que le permitiera correr. A
ello se le unía la poca aportación de los laterales, fuese quien fuese el que
actuara en esa demarcación, lo que implicaba que era la segunda línea la
encargada de disparar. Javi García
se hacía gigante y aportaba mejores porcentajes que los extremos en su duelo
con el porter croata. El Porec
porfiaba y rumiaba un último arreón sostenido en un arbitraje sibilino, no por
malo como concepto sino por exceso de versatilidad interpretativa, que amparaba
su defensa de continuas ayudas. Dos goles como resultado de la primera mitad,
que tampoco habían sido en ningún momento de estos primeros treinta minutos más
de cuatro.
El inicio de la segunda mitad nos trajo un Caja 3 más agresivo atrás, con una
defensa que dio un paso adelante de la mano de Casanova y un inspirado Pablo
Hernández en el marco. Se repitió el guión, volviendo a tener balones que
podrían haber hecho sangrar a unos croatas no tan seguros en esa tesitura de
sobreponerse a las adversas circunstancias. Pero no, la ventaja se elevó sin
alcanzar la categoría de goma 2. Cuando los árbitros decidieron que los
bloqueos del caballeroso pivote que defendía en el centro de la defensa, Coric, eran una continua falta en
ataque, el camino se aceleró para ser limitado finalmente tanto por Sladoljev como por la poca aportación
de un tiro exterior que se antoja fundamental recuperar cuanto antes. Lo he
nombrado ya antes, pero merece de nuevo un foco: Javier García se salió. Indefendible legalmente, fue el faro de que
dispuso el Caja 3. Otra actuación
allí así y un poquito que sumen los ayer ausentes implicaran que los cuartos
están más cerca. No se si la excursión de Vigo
influyó, pero a la no especial frescura de los zaragozanos la acabó de rematar
el ansia de ver cómo el proyecto de demolición no avanzaba. La última ventaja
sustancial se dibujó en el minuto 40
(20- 14)
El Porec,
antes semi grogui, empezó a crecerse y a sentir que su supuesta inferioridad
podía ser muy llevadera. Eso dictaba el marcador y ese será el gran peligro
para la vuelta, devolverles al redil de la desconfianza y de las dudas, porque,
como no nos hemos cansado de repetir, en estos partidos de 120 minutos no vale
con un rato ni con dos. Ahora son ellos los que tienen la moral y el viento a
favor, a nosotros nos queda el carácter y la calidad. Y cuatro goles, que no es
moco de pavo pero me parecen hasta secundarios en relación con esos dos
elementos.
Fdo.: Álvaro
Lombardo Sáenz.
1 comentario:
El domingo dificil, visto lo visto Tambien estara Raul Lahoz para hablarnos solamente del unico equipo que esta en Europa?
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