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sábado, 27 de marzo de 2010

El destino de los guerreros


Hace casi exactamente un año escribí para este extraordinario blog un artículo. Fue con motivo de mi bautizo viajero acompañando a nuestro equipo, entonces a la eliminatoria de cuartos de la EHF a Éibar. Fue una experiencia inolvidable de la que, un año después, guardo un recuerdo también inolvidable.


Repasando lo que entonces escribí he visto que hice alguna referencia a la sirena Lorelei cantando en la orilla del Rin que no llamaba a los marineros sino a nuestro equipo. Una Lorelei transformada en eusko-sirena y el gran río centroeuropeo en los valles guipuzcoanos tras los cuales se hallaba el oro del Rin en aquel viejo pabellón de nombre “Ipurúa”. Allí, nuestros muchachos firmaron un partido memorable y los cincuenta animosos viajeros casi parecíamos aficionados del Antequera o del Cuenca.


Es una pena no poder volver a viajar y que sólo unos pocos de nuestros mejores artilleros hayan llegado hasta el corazón de Alemania, aunque nos representan inmejorablemente.


El caso es que al sugerirme el amigo José escribir una crónica de nuestro partido en tierras tedescas en el marco de esta “Semana de la salchicha”, enseguida me vinieron a la cabeza alguna de las muchas historias de la mitología germana las cuales, aunque sólo conozco superficialmente, me parecen particularmente apropiadas para el caso (y que me perdonen mis amigos de educación germánica y germanófilos en general).


La primera en la que pensé fue en la leyenda de Valhalla, aquel palacio edificado por el Dios Odín, protector de los guerreros, destinado a los que morían heroicamente en combate. Probablemente no resulte muy estimulante aplicar esta analogía a nuestro equipo; está bien luchar como guerreros valientes, pero sin duda no es buena señal el hecho de entrar en Valhalla por una de esas cientos de puertas que tiene, ya que a ese palacio sólo van, que se sepa, guerreros muertos. Guerreros muertos en heroico combate sí, pero muertos al fin y al cabo, por mucho que la Valhalla sea algo parecido a un paraíso en donde hermosas –y robustas- valkirias les ofrezcan bandejas de jabalí y jarras de hidromiel en tanto llega la hora de pelear en la batalla final contra las fuerzas del mal. (Por cierto que, mientras nos llega la hora de la batalla contra las fuerzas del mal, los artilleros jugadores de balonmano quizá deberíamos probar esta dieta de jabalí e hidromiel antes o después de nuestros partidos).


Sin duda no es el mejor final aunque pensándolo bien, también es cierto que si no se puede con el enemigo la mejor manera de caer es hacerlo honrosamente y luchando hasta el límite, como –no tengo ninguna duda- van a hacer nuestros jugadores que, o conseguirán la victoria o al menos una derrota que los conduzca a una simbólica Valhalla.


Desde luego lo que se puede hacer es no luchar, porque como la propia mitología alemana nos cuenta, hay algo peor que vencer y vivir y también peor que ser derrotado e ir a Valhalla y es el Niflheim -¡gracias Internet!- una especie de purgatorio germánico, “Reino de la oscuridad y de las tinieblas, gobernado por la diosa Hela en el que quedan relegados los guerreros digamos mediocres. (Supongo que debe haber un inframundo aún más bajo para los guerreros directamente cobardes, pero está sin duda reservado para los jefes, jefecillos y politicastros varios de Aragón TV).


Dejando aparte estos apuntes mitológicos, me gustaría recordar que ese admirable país fue el del “Milagro alemán”, ese periodo y acontecimiento de posguerra que describe la fulgurante reconstrucción y desarrollo de la economía y la sociedad germana.


Y digo yo si ya no es hora, tras tres intentos, de asaltar esa Festung Deutschland” o “fortaleza Alemania” y que el milagro alemán tome otro sentido para nosotros. Desde luego no será nada fácil y no valen ecuaciones facilonas al estilo: como-somos-capaces-de-plantar-cara-al-Ciudad-Real-somos-capaces-de-comernos-crudos-a-los-muchachotes-del Lemgo, que tanto recuerdan a aquella letanía de que como llegamos a la final a la primera, pronto debe llegar un título, como si los títulos se regalasen.


Pero pase lo que pase, por lo menos a luchar hasta el límite y yo estoy seguro de ello y como la mayor parte de los buenos aficionados, confío en vosotros.








Fdo.: Alfonso Marco (amp)

14 comentarios:

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

Después del PARTIDAZO que hemos vivido hoy entre los Juveniles de Dominicos y el CAI "A" y la consiguiente cena con los amigos, ha sido una alegría ponerme en el ordenador y ver tu texto, amigo Alfonso.

Enhorabuena y muchas gracias.

Espero te guste la selección musical que he puesto para acompañar al mismo.

Alfonso Marco dijo...

la alegría ha sido mía al leer tus palabras tan amables y ver tu video con sus musiquillas bávaras: rosamunde y otras que no conozco: me han dado ganas de:

a)irme a alemania lo antes posible (lo haré en verano)y

b)desayunar codillo, salchichas, pretzel y sauerkraut, regado -aunque no me gusta- con una jarra alemana de litro de cerveza

Anónimo dijo...

Lo mejor, si almorzamos Lemgo con patatas.

un joven dijo...

jeje da ganas de viajar a la zona. Vamos cai que hoy podemos.

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

La opción b) no es mala. Un poco dura como previa a un partido, pero reconozco que fuerzas da.

CAIMAN dijo...

Joer Amp,te leo de casualidad porque se me ha ocurrido bajar a ver alguna de las fotos de Wislander y he visto que habías escrito. Muy bueno el artículo, ya sabemos algo mas de la mitología del lugar. Esperemos que los nuestros hagan leyenda por esas tierras.

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

Amigo Caiman, este es un blog vivo. O estas atento o te pierdes un par de artículos.

MG_WISLANDER dijo...

¡Magnífico artículo Alfonso! Ilustrativo, motivador y magníficamente escrito como siempre.¡Qué siga la semana de la salchicha!!

Alfonso Marco dijo...

muchísimas gracias por los comentarios, aunque espero que odín me ayude a que lo lean más personas con una tan breve presencia (jeje)

CAIMAN dijo...

Amigo espíritu el día lo divide la noche, según Goethe "la mitad de la vida y la mejor mitad", si te refieres a ello, si, tienes razón.

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

Por cierto, han llamado los "alemanes". Por su voz he podido ver que la noche ha sido muuuuuuy larga. Ya estaban camino de Lemgo. Esperemos que lleguen a tiempo de retransmitirnos el partido.

Alfonso Marco dijo...

interesante tu cita caimán. goethe se refiere a la noche, no?

yo creo que prefiero la otra mitad

(y el destacamento germano la de goethe)

Anónimo dijo...

No se quien decide poner y quitar artículos, pero un cero a quien no deja de cabecera más tiempo los buenos, este lo es.

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

Estoy de acuerdo en que este es un buen artículo, pero contamos con el espacio que contamos y es verdad que en ocasiones algunos no aguantan en cabecera todo el tiempo que merecerían.

No se si el criterio es el acertado, pero la actualidad manda. Lo que te garantizo es que ningún artículo se quita. Contamos ya con mas de 300 artículos, y todos a vuestra disposición. Existe una guía en el lateral (Otra forma de leer el pasado) que permite acceder a cualquiera de ellos.

En cualquier caso asumo toda la culpa e intentaré lo posible por retener al máximo artículos de la calidad del presente.