Una vez que ya le hemos echado un
vistazo a la temporada desarrollada, es el turno de evaluar, en la medida de lo
posible, el rendimiento nombre por nombre e, inevitablemente, el futuro más
próximo a nivel deportivo, el cual va inexorablemente ligado a la situación
económica.
No es la primera vez que se hace
alusión a ese cambo de ciclo que supuso la llegada de Mariano Ortega al banquillo desde la cancha, junto con la salida de
nombres tan representativos como Zaky,
Vatne, Sorrentino o Doder. Pese a un primer impulso de jugadores foráneos,
se reveló que la táctica a medio plazo era nutrir a la columna vertebral del
equipo de jugadores nacionales jóvenes, con proyección. Con idas y venidas, con
la economía adquiriendo paulatinamente un plano predominante, los tres años de Ortega y esta versión naranja han
sabido mantener, en líneas generales, el nivel de exigencia en status y en Europa. Porque resistir muchas veces es
salir adelante, y más en medio del envite en forma de retroceso brutal que se
ha acelerado estos últimos meses.
Lo que antes era apretarse el
cinturón ahora se ha convertido en un sálvese quién pueda y o hay espacio aquí
para afrontar pacientemente una lacra que consume a la sociedad en sus
distintas facetas. Pero, desde luego, si el Caja 3 ha sido un club modélico a la hora de gestionar y se ha
visto atrapado por la rigurosa falta de liquidez impuesta desde los organismos
públicos, la situación de otros clubes debe ser dantesca. Aparte de otras
circunstancias adversas, como la situación del principal sponsor privado, está
claro que el delicado futuro exige acelerar planes antes calibrados a más años
vista. Esto pasa por la cantera, único elemento de viabilidad en este caso
cuasi extremo de reinvención y recolocación.
Hemos tenido estos tres años la
pareja de porteros más estable y más eficaz, ya que los números no dicen lo
contrario. Ambos no seguirán y las primeras opciones que se barajaban han caído
en saco roto o han atisbado contratiempos. La economía no permite a un Malumbres, lo de Pablo Hernández corresponderá a corrientes de fondo cuya
interpretación santos doctores tendrá. Mientras, pese a las noticias que saltan
de cuando en cuando en forma de ofertas por allí o destinos por allá, el
objetivo se centra en mantener un siete de calidad al que se sumen otros seis o
siete hombres de garantías y en su mayor parte jóvenes. Efectivamente, esto es
la teoría y todo queda en un suelo escasamente estable si los anclajes
económicos no son seguros, y ahora no lo son. Alguna virtud habrá entre tanto derrape
cuando no se hacen ni se firman cuentos de la lechera.
Por lo demás, nuestro estandarte
internacional Jorge Maqueda, el que podía haber sido el
símbolo de un Caja 3 acomodado, ha volado en busca de un presente acorde a su
posición. Los elogios de Vranjes a Humet no tenían nada de gratuitos, el
costado izquierdo ha sufrido una severa amputación llamada Masachs y el lateral diestro pierde a nuestro único valedor
foráneo. ¿Qué viene detrás? Lo que permita la economía de guerra, es decir, lo
absolutamente necesario. Reduzcan eso a la portería, tener la suerte de ser la
sucursal del Barcelona y que a Deme
y Casanova les queden balas en la
recamara. Todo eso, con suerte. Nunca se vivió tan al día ni con tata sensación
de depauperación generalizada.
Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.