El reciente Campeonato del Mundo de Balonmano ha
sido un completo éxito en lo deportivo y también en lo organizativo, y muy
especialmente en Zaragoza, ciudad
que ha acogido el mayor número de partidos de todas las sedes. Cuando toca
hacer balance de lo vivido resulta agradable ver que el trabajo realizado por
unos y otros en nuestra ciudad ha sido casi perfecto. Incluyo el “casi” porque
seguro que si rebuscamos aparecerá algún error o defecto mejorable, pero la
nota no bajará del sobresaliente en el trabajo de nuestra ciudad.
Y al frente de la
organización se encontraba Oscar Mainer,
el “venue manager” según le cuenta a
Raul Lahoz en el artículo de
contraportada de hoy en el Heraldo de
Aragón. Con Martín Espíldora y José
Luis Tejel, Oscar ha sido el
responsable de que todo haya funcionado como debía, y será bueno reconocérselo.
Con ellos un importantísimo grupo de voluntarios que han hecho una labor
impagable y a los que corresponde agradecer el esfuerzo.
Todos ellos en su conjunto
han sido algo más campeones que el resto. Es justo reconocérselo. Enhorabuena.
Fdo.: Espíritu de Magdeburgo.