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martes, 21 de febrero de 2012

Esperanza


Pese a que intentemos creer en el progreso y en la horizontalidad de la línea en la que están inscritas nuestras finitas vidas, siempre viene el eterno retorno, creencia de los antiguos griegos, ha recordarnos que, en el fondo, estamos atrapados en un ciclo. El día, la semana, el mes, el año, todo es una secuencia cíclica donde, con mayor o menor fortuna, repetimos hábitos, cuestionamos situaciones vestidas de mil formas con las que solemos chocar. Sin embargo, a veces obviamos que cada paso por esa meta, volante como la que más, llevamos a la espalda acumulado todo aquello que un día supuso un cielo más claro pero también lo que se nos cruzó con aire de ser insuperable.

En el deporte, una escenificación continuada de la vida, la carga que nos hemos aupado, la misma que muchas veces se confunde con lo que nos atrevemos a ser, es una infinita oportunidad de reconciliarse con aquello que nos conduce al llamado éxito. Sin entrar a considerar cómo definir y qué agrupar en torno a este concepto, podremos utilizar una vieja metáfora que habla sobre cómo los desencuentros, las trayectorias, los porrazos y los escasos momentos de felicidad articulan un impulso que, cuando el ciclo vuelve a sus orígenes, traslada el punto de partida un poco más arriba que en el anterior ciclo. No es lo más inteligente mirar hacia la supuesta cima porque, aún si existiera, la continua niebla no nos dejaría verla. Al contrario, los pasos y las huellas son las marca más patentes de lo conseguido, y el trabajo, su única constancia.

Por tanto, cuando sólo se entiende de pico y pala, se descubre ante nosotros una serie de situaciones nuevas que no necesariamente han de ser positivas pero que, a buen seguro, si hubiera peligro de naufragio, servirán mucho más de agarradero que de fondo. En algo de esta metafísica deportiva se inscribe la última semana del Caja 3. Dudas después de obtener una escasa renta en la ida de los octavos. Dudas cuando se despachó un partido contra el Cuenca con quince minutos de adelanto. Sería injusto decir que la perspectiva difiere cuando entre el partido y las teclas se intercalan unas horas de sueño. Pero lo dicho queda ahí y parecía que, después de muchas tentativas, Porec suponía un alto en el camino, una reválida a un equipo al que, en ciertas ocasiones, se le ha echado en falta ciertas dosis de carácter. Una Europa a la que nos habíamos acostumbrado a pasear con un ojo puesto en nuestro feudo, por aquello de volver al cobijo del hogar si la norma de desbarrar se hacía demasiado incómoda. Un cúmulo de situaciones a las que se sumaban voces agoreras y situaciones en cierto modo extradeportivas.

Así que, para relamerse como nos hemos relamido esta tarde, cabe empezar la lista de felicitaciones por el equipo y el cuerpo técnico, porque sería de necios no reconocer sus méritos, su implicación y su golpe encima de la mesa en un momento disperso, de la misma manera que se crítica, desde el respeto y la humildad, cuando se discrepa. Hoy el Caja 3 ha crecido como equipo y ha reforzado sus credenciales de supervivencia y fortaleza, ya muy atestiguadas en la Asobal con ese quinto puesto. Deberíamos pensar en ser una piña, una piña que disfruta, porque el equipo de momento, con la temporada ya avanzada, va por una senda muy prometedora en un contexto cada vez más difícil. Aparte del profesionalismo deportivo, merece la pena descollar que, le pese a quien le pese, la retransmisión de la vuelta de estos octavos ha demostrado tanto que hay mucha gente que consume y tiene ganas de balonmano en Zaragoza como la excepcionalidad de que haya gente que hace de su pasión un servicio a los demás.

Por último, miremos hacia delante. Granollers para augurar un febrero de ensueño y el que se nos ponga por delante en cuartos. Mientras tanto, se hace imposible no citar las palabras mágicas: Un día malo lo tiene cualquiera; uno bueno, no.





Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.



6 comentarios:

labaca dijo...

HC MESHKOV BREST

PRIMERO ALLI

SUERTE

labaca dijo...

bielorusia

grossas y compañia

Nachobal dijo...

Nos conocen bien, desplazamiento complicado.

La vuelta en casa muy positivo, su déficit...lanzamiento exterior. Su fuerte, el centro de la defensa y especialmente el pivote con muchos kg

Nachobal dijo...

HC Brest: Lleno de ex jugadores Asobal como el extremo Bashkin, Grosas, Majnov o Bozic.

Equipo muy fuerte físicamente y experto. Conceden muy pocos goles y en su casa son muy duros, fuera de casa bajan pero son imprevisibles y capaces de ganar. Han jugado Champions en varias ocasiones. Aunque les falta el ganar a un equipo fuerte.

Defensa muy cerrada y dura en el centro descando Grosas, el ruso Revin y el pivote polaco Zoltak.

En ataque buscan mucho a su pivote Gronyko , no corren demasiado ni buscan a sus extremos con descaro.
Destaca la dirección del lituano Novikis de un corte a Malasinskas. Y el lanzamiento de Majnov, Stojanovic, y especialmente Blagonadezhden y Prakapenia uno desde cada lado. El primero posee muchos kilos y es capaz de jugarselo todo.

La porteria veremos en q nivel esta el croata Bozic.

Desplazamiento dificil y rival del nivel de Caja3, decidirán detalles. Ellos son muy estables, tendremos q jugar muy serios y sin errores para pasar

Álvaro dijo...

Gracias por el fantástico análisis, Nacho.

Un buen equipo, pero a estas alturas no quedan peritas en dulce. Por la descripción, ¿un nivel estilo Cuenca? La vuelta en casa tiene que ser decisiva.

¡Aupa Caja 3!

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

Sorteo Copa del Rey 2012 a celebrar en Torrevieja a partir del 7 de Marzo de 2012 :

7 marzo:
Naturhouse La Rioja - FC Barcelona
Balonmano Valladolid - Academia Octavio

8 marzo:
Bm. Torrevieja - Caja 3 Aragón
Bm Atlético De Madrid - Ademar León