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domingo, 13 de noviembre de 2011

Una calle que no conozco por la zona de San Juán


Teníamos titulares al por mayor y para todos los gustos: “Pobre de mi”, “Mal padre” o un franco “Desastre”. ¿Por qué, entonces, éste, tan de Barricada, tan de Pamplona? Porque un directo del Caja 3 lejos de su feudo es poco menos que una absoluta caricatura del equipo que acostumbramos a ver en casa. Hoy tocó San Juan, barrio pamplonica y casa de la SDR Anaitasuna, pero está haciéndose demasiado habitual volver cabizbajos. Realmente, no quiero ser pesimista, no creo que se gane nada con una coyuntura abonada a lo taciturno. No me atrevo a hacer visibles las líneas de un problema que atenaza a este equipo fuera de casa porque, me temo, se intercalan varios planos y cada uno le pondremos la graduación a uno y otro. Pero si quiero recalcar una cosa: No es ya un problema de puntos, que también, sino de sensaciones. Las sensaciones, por cierto, como sutiles que son, problemática es su resolución.

Sin hacer recapitulación de las últimas salidas, no sólo ya de esta temporada, sino incluyendo la anterior,  hoy el guión nos ha deparado una trayectoria distinta con idéntico final. Sin una única ventaja en el tanteador, el equipo ha capitulado con un 32- 29 final, justo para un Anaitasuna cuyo pabellón y ambiente merecerían una entrada aparte y una visita de todo aquel que disfrute con el balonmano. Evitando caer en estigmas freudianos, psicoanálisis y neuras, hasta cierto punto esta tarde hemos pecado de sobrados. Si, digo de sobrados porque he tenido la sensación de que pensábamos que al final caería el partido por su propio peso, es decir, hacia nosotros, y un equipo humilde y corajudo nos ha dado en los morros. Los deberes, en definitiva, para el final y cuando nos hemos dado cuenta de que con la camiseta sólo no íbamos a buen puerto, ha tocado tirar de épica, menos efectiva que el trabajo constante.


Si seguimos con la sinceridad, tendremos que dar otro timbrazo, consistente en señalar que Anaita no es Cuenca ni Torrevieja, por hacer referencia a los últimos traspiés. Es un equipo limitado que lo va a pasar mal para salvar la categoría, lo cual, alejado del menosprecio, sirve tanto para encuadrar la derrota de hoy como para valorar el trabajo y la ilusión que están llevando a cabo. Recordemos que tiene un equipo que se diseñó para jugar en la B, lo que no ha sido impedimento para sacar del pabellón al Caja 3 a base de fuerza, empuje y ánimo. La base que nunca se debería olvidar, la fundamentada en el trabajo y, sobre todo, la humildad. Bravo por Anaitasuna y bravo por su portero, Matías Schulz, protagonista indiscutible del primer acto. Internacional por Argentina, hoy ha demostrado que lo podría ser por cualquier selección nacional y nosotros lo hemos ayudado porque sería conveniente señalar donde empiezan los aciertos del cancerbero y los deméritos del lanzador. Con las piernas elevadas a las estrellas, de todos los colores y muchas a bocajarro, nos ha amargado la existencia y, sobre todo, ha contribuido a la estadística invisible, esa que no cita en cuantos centímetros se reduce la portería cuando hay que volverlo a poner a prueba. En fin, menos letras y mas ciencia si quieren: Después de treinta minutos, 68% de paradas.

Y, cosas de la vida, estábamos vivos, a tres goles después del festival (15- 12). Vivos después de un batiburrillo de primera parte que sólo beneficiaba al equipo menos técnico. Sin ningún tipo de norma que asentara el partido en un raciocinio, únicamente la dictadura del amigo del Cono Sur valía como salvoconducto. Nuestros extremos palidecían cada vez que tenían opción de tiro, ellos disfrutaban con un 5:1 sabroso en ayudas y movilidad interminable y en ataque argumentaban con las piedras de Bernatonis y las circulaciones a seis metros de extremos y de un pivote correcaminos llamado Reig e imparable cuando baja el centro de gravedad y tiene la pelota entre manos. Pecábamos de blanditos atrás, con carencias de velocidad en el centro y ni la diferencia de exclusiones de la primera media hora (cuatro ajenas por una propia) permitía un mínimo atisbo de asalto al electrónico.


Entonces, confiados en que al final nos ligaríamos a la suerte, porque tenemos clase y nos sobran tablas, llego la segunda parte. Schulz siguió a lo suyo pero esta vez decidimos que pondríamos algo nosotros también para la fiesta. Concretamente, una tostada de cinco minutos que a la postre resultó definitiva. De un gol (min. 34; 17- 16) a cinco (min. 39; 22- 17), de una odiosa comparación de cómo la adrenalina de Anaitasuna contrastaba con lo que no se sabía si era muy bien un KO técnico o mísera impotencia. Ni un tiempo muerto, ni siquiera de una carta desde el pivote para avisar que se fueron. A partir de este momento, si los fallos no forzados, los tiros claros al limbo llamado Matías, las imprecisiones en los pases, habían sido continuos, las prisas y el reloj los hicieron inevitables. Quisimos apretar en defensa, de hecho lo hicimos. Elevamos el listón, primero cerrados en la línea y luego con una doble mixta. Tarde, demasiado tarde como para detener a un Anaita envalentonado y en comunión absoluta con la grada. Correcalles donde Cartón, fino, mantenía las pulsaciones y la estética picando balones entre las piernas de Schulz (min. 52; 27- 23). Incluso con 31- 29 a Sorli se le escapó una pelota que podía poner en tela de juicio el resultado final cuando restaban dos minutos. La justicia, poética y rastrera a partes iguales, tuvo a bien no conceder ocasión de puntuar a quien no se lo habría merecido.

Habrá tiempo y entradas para analizar porqués, al igual que lo habrá para decidir si finalmente vamos al psicólogo o no. Mientras tanto, para quienes estuvieron allí, en primer lugar felicidades por su entrega y ganas, y en segundo piensen, si alguien se percató, que, creemos desde este rinconcito (a modo de anécdota visto el resultado final), los árbitros se tragaron un gol del Caja 3, concretamente cuando el 7- 5 después del primer tiempo muerto. Una duda más para un equipo que no conocemos.




Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Una verdadera pena, El Caja3 tuvo mala suerte, muchos fallos y un granportero enfrente. Pero no es excusa, asi no vamos a ninguna parte.

Anónimo dijo...

¿PERO TAN MAL JUGARON? ¿De verdad no pudieron con un equipo como Anaita? A que aspiramos entonces?

Anónimo dijo...

No jugaron, se pasearon y no dieron la talla. Por cierto el entrenador desaparecido, donde vamos con el?
Mariano no supo dirigir ni ver el partido, le ganaron la partida jugadores de segunda division y no supo que hacer.

Emilio dijo...

o se lo toman en serio o acabaremos cuatro siguiendo al Caja3. Se puede entender un tropiezo, o dos, pero tres a esta altura de temporada desanima a cualquiera.

Handball++ dijo...

En este medio se lapido al anterior entrenador por menos, shora se mira para otro lado...

No es algo puntual ya son varios años asi.

Mientras la dirección del equipo siga en las mismas manos tenemos que acostumbrarnos a esto.

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

Personalmente defendí a Kos cuando creí que era justo hacerlo. Es más, creo sinceramente que hubo mucha crítica exagerada e interesada. Pero eso no justificaría ahora un ataque a Mariano igual. Que cada uno argumente su loa o crítica como quiera. Aquí puede hacerlo libremente.

Handball++ dijo...

No hablo de un ataque injustificado sino de pedir responsabilidades que creo que ya es hora

Álvaro dijo...

Creo que la situación sobre el rendimiento del equipo fuera de casa merece una entrada más sosegada y más distanciada del catatónico partido de ayer, a ver si entre todos hacemos un balance de este pequeño desaguisado.

Anaitasunaasobal dijo...

Bueno, sobre todo daros las gracias por los comentarios sobre el Anaitasuna y su aficion. Enhorabuena a los que os desplazasteis hasta nuestro club, por vuestra forma de animar. Hubo momentos en que casi nos dejais callados, fue una gozada compartir con vosotros la grada. Gracias tambien por bajar tras el partido a tomar una cerveza en el bar del club, alguien me dijo que os pasasteis. De haberlo sabido la hubieramos tomado juntos. Es una gran leccion para todos ya que es tan importante saber ganar como saber perder y vosotros lo habeis demostrado dando una gran leccion a todas las aficiones del balonmano. Respecto al partido que podemos decir. Para nosotros fue un partido dificil y muy peleado en el que es cierto, contamos con un magnifico portero y jugadores que le supieron acompañar, pero como ya he dicho, no fue nada facil. Mucha suerte el resto de la temporada, nos vemos a la vuelta, esperamos que con tan buen ambiente en las grada, en la pista e incluso fuera de ella. Muchas gracias por todo.

Anaitasunaasobal dijo...

Lo primero daros las gracias por los comentarios que habeis realizado en vuestro blog sobre nuestro equipo y la aficion. Queremoa dar la enhorabuena a los aficionados que os desplazasteis hasta Pamplona para ver el encuentro. Hubo algun momento en que casi conseguis callarnos. Gracias otra vez por luego pasaros por el bar del club para tomaros una cerveza, alguien me dijo que os habiais hecho, si llego a saberlo, nos la echamos juntos. Disteis una gran leccion a todas las aficiones del deporte: tan importante es saber ganar como saber perder y vosotros habeis demostrado que sois unos grandes señores en este tema. Felicidades. Respecto al partido que podemos decir, es cierto Matias estubo bendecido y que el equipo supo acompañar, pero no fue un partido facil ni comodo para nosotros, aunque en algunos momentos el marcador dijese lo contrario. Hubo que luchar y mucho para conseguir unos puntos que para nosotros saben a gloria. Mucha suerte para el resto de la temporada. Esperamos encontrarnos a la vuelta con tan buen ambiente o mas en la pista, en la grada y fuera de ella. Ha sido un placer haber compartido juntos una tarde como la de ayer. Gracias y enhorabuena otra vez, por vuestra aficion

El Espíritu de Magdeburgo dijo...

Gracias a vosotros, y suerte para el resto de la Temporada.

plasneon dijo...

gracias Anaitasuna, me encantó vuestra charanga, y el ambiente en el pabellón fue estupendo.