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viernes, 7 de septiembre de 2012

La temporada de la incertidumbre

Foto : David López Cuadrado

Quién más, quién menos, todos hemos tenido la oportunidad de ver en directo al Balonmano Aragón a lo largo de los partidos de presentación, o en el peor de los casos, ha oído testimonios indirectos de ellos y ha podido avanzar unas primeras ideas sobre los fundamentos de los que se dispone. Por supuesto, si la semana pasada hablábamos de las intuiciones en las que nos movíamos viendo al resto de rivales, hoy toca echarle un vistazo a nuestra fisonomía interna. Ésta se ha venido desarrollando contra buenas piedras de toque como Huesca o Anaitasuna, por citar sólo las dos más próximas, y, como es menester, las percepciones de cada uno serán muy variadas. La idea es que esbocen un tono agradable para la mayoría a partir del sábado cuando, como recompensa, figuren dos puntos en la lontananza.

No ha salido minimizado Balonmano Aragón, refiriéndonos al aspecto más puramente deportivo, del chaparrón que continúa cayendo. No conviene pensar demasiado en anteriores nombres y si creer en lo que poseemos porque hay garantías para contemplar la lucha por la quinta plaza y, en Europa, salir a disfrutar sin metas de alta alcurnia, pero sin perderle la cara a esa remozada EHF. Este año, definitivamente, el matute ya es suficiente con la Asobal. Por aquello de empezar con lo menos agradable, iremos directo al que parece ser nuestro punto débil: el sector zurdo. Aparte de lo cotizado que siempre aparecen los jugadores que responden a ese patrón, sólo vamos a disponer de tres jugadores en este ámbito. Uno de ellos es Toño Cartón, dueño y señor del extremo, marca distintiva de calidad que mantiene al conjunto naranja en cotas de altitud desde las cuales poquito se observa por encima de nuestras cabezas. El lateral es para Alex Dujshebaev y de tercer espada alternando ambos puestos figura el jovencísimo canterano Álvaro Del Valle. Si bien ambos son unos pipiolos, el primero goza ya de una experiencia en Asobal y de un papel protagonista en competiciones europeas con la elástica de la selección, como ya contamos este verano.

Sin embargo, el divino tesoro, ese que encarna las esperanzas del mañana, necesita de un rodaje sin acelerones para acabar plasmándose no sólo en el aspecto de los minutos, sino también en el físico. Estamos hablando de jugadores necesitados de kilos y altura, sobre todo en defensa. Del Valle debe ser el relevo de Cartón en el extremo y Dujshebaev explota adecuadamente sus características con una movilidad, versatilidad y un elenco de fintas y disparos envidiables. Tal vez el problema anude ahí precisamente, en la pronunciada especificidad de los dos, que va a repercutir en la necesidad de multiplicar ideas y variantes para ni ser más previsibles que el Pato Donald ni quemar a los de siempre bajo el sol calenturiento de los mismos esquemas.

Por tanto, siguiendo este razonamiento, la defensa pasa a ser la patata caliente de la vulnerabilidad. Se antoja un nombre que debe ser decisivo en paliar estas posibles carencias. El se presentó como un todoterreno y verdaderamente va a tener un cierto papel de supervisor de grietas. Guillermo Ros necesita al Aragón y viceversa, en el dos, como avanzado en una defensa 5:1 (o incluso con un falso 6:0 que sea un 4:2 si el rival y el partido lo merece) o en ataque en cualquier puesto de la primera línea. Todo lo que aporte Ros supondrá no sólo variedad sino oxígeno y complementariedad de alguien que sabe que es su momento. Esa misma tesitura de explosión la atisba Carlos Molina, el tiro exterior de los naranjas y el perro de presa que ni renuncia al contacto en la línea de los seis metros ni a perseguir más allá de ella, aunque su apariencia pueda parecer frágil. Seguramente la progresión de ambos sea un adecuado indicador del equipo y su progresión, de su defensa, de su ataque y de su capacidad de sorpresa.

Porque el resto de roles están mejor definidos, o esa sensación da. La defensa cuenta en su núcleo duro con Asier Antonio y Sergio Ruiz Casanova para cerrar el 6:0 naranja y lo dos están contrastados como retaguardia de primer nivel, siempre que las lesiones respeten. Junto con ellos y en sus mismos puestos, pero con vocación más orientada al ataque, Victor Vigo pilota la nave y Javier García, ahora mismo, sólo tiene por delante, sin contar foráneos, a los pivotes del Atlético a la hora de percutir redes rivales en Asobal. La conexión de ambos debe ser un faro identitario de este Balonmano Aragón. De ese surtido de balones seguro que participará Deme Lozano, así como de  tirar de brazo y de proponer intensidad defensiva. En definitiva, de todo aquello que el físico y los minutos bien conjugados le otorguen, puesto que alma, individual y colectiva le sobra, y realmente puede ser tantísimo… La pareja de extremos diestros permanece, a la espera de que alcancen el punto común de fusión el eterno Sorli, siempre joven, infinitamente técnico e inteligente, y un Postigo presto a despegar, cómo lo exige el guión, sus condiciones y la necesidad de equilibrar minutos con su compañero.

Esta plantilla, sustancialmente corta, como imponen cánones ácidos, busca sus dos últimos refugios. El primero de ellos se resguarda a la sombra de los tres palos. Una portería totalmente renovada, tantas veces interrogada cuando no funciona el equipo y otras tantas tan poco autónoma respecto al funcionamiento del resto del bloque. Ironías aparte, si hay que destacar una sorpresa de pretemporada, lleva el nombre de Daniel Argüillas, cuyo necesario período de adaptación, aparte de no encubrir su calidad de internacional, tiene un guardaespaldas en forma de uno de los porteros con mejores números de los últimos años. A Kappelin no le defendía ni Barcelona, ni Atlético, ni Ademar, y paraba como un cosaco, de manera que este felino norteño exige acompañamiento digno a la hora de ir a por las pelotas. Que decida el técnico cuál es la mejor fórmula para que Balonmano Aragón haga de la defensa, base imprescindible, la alquimia para correr y para ganar partidos.

El segundo de ellos es heterogéneo. Por un lado, entrenador y cuerpo técnico tienen una importante oportunidad para demostrar que a una plantilla inferior se le puede sacar más jugo del que a priori puede dar. Esta situación es la primera vez que asoma por territorio naranja, en medio del desbarajuste general, y profundiza en la labor del entrenador para capacitar a su equipo y optimizar aquello de lo que se dispone, haber en el que, por otro lado, los Penón, Ariño, Camas, Munuera no van a tener un papel testimonial, y más si vienen mal dadas. Los tiempos no son para madurar a cobijo sino al amparo de un balón decisivo, de una boca seca, de un pulso firme. Labrarse una carrera como jugador de primer nivel lo vale.





Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

deberíais poner un macimo de lineas conmo en algunas editorialews. no llego nunca a al final de estos articulos

EMILIO dijo...

Si quieres textos cortos acude a la web del club.

Yo no he visto aún al equipo y no entiendo que ni hagan presentación ni digan nada, pero reconozco que sigo teniendo la misma ilusión que el primer año. Por difícil que esté el tema. Nadie nos dijo cuando ascendimos hace unos años que llegaríamos donde hemos llegado. Igual nos bastaría a todos con recuperar aquella ilusión. empezando a la directiva.

buen año a todos. Vamos Aragón.

Anónimo dijo...

Creo que tenemos casi más jugadores en la enfermería que en banquillo.

Anónimo dijo...

Quienes están lesionados?

Anónimo dijo...

Mariano, tiene lesion de vista, ayer no vio a Asier en la segunda parte

Anónimo dijo...

EL principal problema lo tenemos con el entrenado.

Anónimo dijo...

CHAPEAU a la afición de Palma del Rio, lo dieron todo!! Una pena que la nuestra que por mucho "bombo" no de resultado para contagiar al público de la grada...