Colección de borrascas

No hace muchos días, el tedio me llevo a hacer un barrido de noticias relacionadas con equipos de balonmano. Desde luego, la intención era evidente: Ver hasta qué punto el teatro de horrores que estamos presenciando toca de lleno la línea de flotación de los clubes. Los resultados, por supuesto, no pudieron ser más desoladores. Cuando la batería de despropósitos empezó, no hubo manera de pararla. Antequera y su huelga, San Antonio con los derechos de imagen, el aval de Ademar León, los rumores acerca de que Alicante compre la plaza de un Torrevieja que se acerca a la insolvencia. De todo ello, hay sobrados ejemplos a poco que buceemos por la red. Desgraciadamente, el Caja3 Balonmano Aragón no es ajeno a esta cuesta abajo y acumula impagos a la plantilla desde el mes de Diciembre. No deja de resultar digno de mención, y reflexión, que los pocos equipos fiables en cuanto a la asunción de sus realidades económicas, desfilen por el pozo de la clasificación.

Hay algo aquí que va mal y no nos vamos a licenciar con la perogrullada, al igual que, pese a las campañas electorales, tampoco existen milagros antes proclamados ahora negados. Estamos en una problemática muy profunda que excede por alto, ancho y largo el reducido mundillo balonmanístico y el propio propósito de análisis de estas líneas. Los apóstoles del mercado libre de todo menos de él mismo dirán que aquello de las ayudas públicas es cosa de un pasado a no regresar, otros achacaran a los números rojos el patrimonio de una mala gestión para reforzar la conclusión de que estamos en el país dónde antes todo se podía y ahora todo es imposible. No se puede obviar que se han hecho castillos en el aire, un aire que parecía ser veraniego per secula seculorum, que directivas las ha habido y las habrá de todos los colores, manirrotas y previsoras, estafadoras y serias. Sin embargo, antes que se aupaba al listillo y ahora que los vientos vienen intempestivos, el profundo vacío del saco es igual para todos. Sin distinciones, se extingue el componente social de cualquier actividad, los grifos públicos y el que quiera algo que no sea fútbol o Motorland, que se levante el fin de semana temprano a ver a los chavales pequeños. Mientras duren, claro, que tampoco generan beneficio tangible.

En estas andamos cuando mañana se ven las caras en León dos equipos que, da la sensación, de que en este partido es en una de las últimas cosas que han pensado. Meses adeudados a ambos aunque parece que el León, con más presupuesto y mas altos vuelos, los problemas revelan un cariz más profundo, como muestra que, pese a las reiteraciones del club de que el tea se solucionara cuando lleguen los patrocinios adeudados (públicos y privados), los jugadores están apostando por otros tipos de presión (ejecución de avales) para asegurar sus derechos. En otra ocasión, podríamos pensar en aquello del río revuelto, pero nuestras aguas bajan movidas por problemas similares y por un futuro nada claro ante la espantada del principal patrocinador.

Además, pasando a lo puramente deportivo, la cabeza tiende a irse a Brest y la enfermería acumula inquilinos. Casanova, Deme y Masachs no comparecerán mañana en la pista, aunque en Ademar, si bien el margen de plantillas es mas grande, también sufren de ausencias significativas como Di Panda, Jaime González o Montoro. El ambiente está enrarecido, complicado, pero ello no debería ser un freno para un Caja3 suelto y seguro en su manera de encarar los partidos decisivos de esta temporada. La siempre difícil León supone la aduana entre el éxito y el sueño, lo cual por si solo motiva. Veremos hasta dónde influyen los miedos, los lastres y los problemas a la hora de medir a ambos contendientes por su músculo como bloques. Enfrente, no nos olvidemos, uno de los mejores equipos de Europa. Por cierto, no podrá debutar el nuevo refuerzo Carlos Molina, cuyo fichaje ha implicado una valoración bien distinta en los dos principales periódicos de la región. Pueden ustedes ser maliciosos si lo desean.

Fdo.: Álvaro Lombardo Sáenz.